17 junio 2011

SIN PIEDAD

EL PENSAMIENTO DE LOS MAL PARIDOS


La Sra. Hebe de Bonafini, parece que ve siempre la paja en el ojo ajeno y no en la viga propia. Su vida esta plagada de aciertos y no tiene ningún error. Los Schocklender no tenían el campo orégano para hacer lo que hicieron. Ella no fue facilitadora, solo fue traicionada en su buena fe. Escuchaba por radio la Red a la Diputada Donda tratando de sacar a Hebe del barullo como si ella hubiera tenido piedad de aquellos que han sufrido castigos, por amistad, transversalidad o lealtad. Ella no ha tenido jamás un atisbo de conmiseración ni sus adláteres, sus juicios fueron categóricos. Porque, ante tanta corrupción y tanto arrebato a los fondos públicos habría que ser dadivoso en el juicio a Hebe como ella no lo fue, con Menem, María Julia, o las escuchas de Macri. A ver, pongo casos emblemáticos, no porque tenga que pedir perdón por ellos ante los tribunales, sino que ella mando el juicio público y castigo moral antes de todo juicio, dando una sanción moral, antes que la judicial. Me pregunto: ¿Por qué debo presuponer que Hebe es buena y no es parte del sistema corrupto de los Schoklender? ¿Por que tengo que ser un mal parido cuando analizo que esta mujer no es chitrula y no se la comieron como a un chorlito? ¿No vio en torno a ella que todo lo que se movía era hecho con plata, no vio que los fondos aparecían, que había dinero para lo que se propusiera?

No son preguntas estupidas, de una mujer que viene de dar vueltas a la Plaza de Mayo sin un centavo a mantener la estructura que son hoy ha transcurrido un largo camino y mucho mas desde que el kirchnerismo se alía a ella y se consolida como poder.



Ahora tenemos políticos corruptos, sindicalistas corruptos, banqueros corruptos, oligarcas corruptos, terratenientes corruptos, agricultores corruptos, industriales corruptos y organizaciones de derechos humanos corruptas, que se le va a hacer, la historia es dinámica. No es culpa de nadie. Ahí están los templos y la justificación de los templos diría Borges. Salvo que Oyarbide demuestre lo contrario, cosa de lo que es capaz.




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