Mucho se ha hablado del Gral. Perón y de su participación en la historia como protagonista de la historia política argentina. Miliar, sagaz, impiadoso, seguro, ladino, son algunos de los adjetivos con los que tirios y troyanos admiran la figura del ilustre político que cambiar a la faz de la Argentina del siglo XX. Populismo, clientelismo, nazifacismo, militarismo, anticatolicismo, nepotismo, dictatorial, estatista. Cuando uno recorre los blogs va encontrando un sinnúmero de calificativos para su larga trayectoria en la escena nacional y algunos le caben y otros no. Sobre todo a una izquierda que no ha sabido amalgamar el ideario socialista de tener un movimiento obrero organizado y que el Gral. Perón en su momento lo ha tenido de una manera brillante, les guste o no les guste. Así tenemos una breve reseña de lo que es el Político, el hombre que descolló, gobernó, fue depuesto, proscrito, exilado, vuelto, repudiado, perseguido y denostado, exaltado, venerado, idolatrado. Hay otro, menos puesto en la vidriera y que deliberadamente se oculta que es el Gral. Perón pensador. Hace unos pocos días se celebro como remedo de lo que el Gral. Perón hizo el segundo Congreso de Filosofía. Nada que ver el nivel de los participantes del primero con el del segundo. Algunos de los participantes fueron profesores directos míos. Tanto nacionales y extranjeros como Rodolfo Agoglia o Luís Farré. Uno argentino que debió ir al exilio por haber sido decano de la Universidad de La Plata y Luís Farré que venia corrido por su pensamiento de Izquierda de la Italia de Mussolini. Lo que muestra a las claras que Perón no le tenía miedo a encasillamiento de las ideas, sino más bien que podía coexistir y convivir con ellas. Su pensamiento humanista volcado en una concepción del estado esta en su libro la Comunidad Organizada, que no se valora como resultado de un pensamiento reflexivo de un pensador nacional y popular que rompe los moldes de la cultura dominante y redefine en la societas concretísima de nuestro país su experiencia de la organización militar, civil y humana. Este libro aparece minimizado por su trayectoria política, cuando es un libro fundacional del pensamiento americano. La dependencia, el coloniaje, la creación de un pensamiento nacional que no siga modelos y categorías europeizantes y tome la realidad concreta del ser nacional no es tenida en cuenta. Para concluir es obvio que no hay dos Gral. Perón. Pero cuando la historia resalta los hechos, algunos parecen deliberadamente ser omitidos. No existiría un Perón político sin que detrás de el no hubiera una doctrina y detrás de esa doctrina una verdadera ideología.
Ahora la discusión sobre el populismo o no del peronismo se pude dar las veces que quieran, pero por favor, aquellos no que leyeron la Comunidad Organizada, aquellos que no ven este lado de Perón, puede ser que como dijera Maradona, se les escape la tortuga, no vean lo mas importante de porque se desarrollaba la acción política del General.
Ahora la discusión sobre el populismo o no del peronismo se pude dar las veces que quieran, pero por favor, aquellos no que leyeron la Comunidad Organizada, aquellos que no ven este lado de Perón, puede ser que como dijera Maradona, se les escape la tortuga, no vean lo mas importante de porque se desarrollaba la acción política del General.
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