El inicio del conflicto
Cómo se manipuló la inflación de enero
Según el borrador del Indec de ese mes
Domingo 26 de agosto de 2007 Publicado en la Edición impresa
Noticias de Economía:
El índice de inflación de enero, el primero al que se le atribuyó haber sido manipulado, iba a ser del 1,9% en lugar del 1,1% que terminó publicando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), según el borrador del dato de aquel mes que empleados del organismo filtraron a LA NACION. De acuerdo con este documento, la lechuga no se habría encarecido el 11,2%, como se informó oficialmente, sino el 77,2%; los precios del turismo no habrían aumentado el 3,7%, sino el 14,4%, y los de los servicios de salud no habrían subido el 2,2%, sino el 5,5 por ciento. Los datos del borrador coinciden prácticamente con los testimonios que recogió el fiscal federal Carlos Stornelli en su pedido de indagatoria elevado al juez Canicoba Corral contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; la directora del Indec, Ana María Edwin; la directora de Indices de Precios de Consumo del organismo, Beatriz Paglieri, y otros tres empleados del instituto por los presuntos delitos de violación del secreto estadístico (el que protege a fabricantes y comerciantes) e incorporación de datos falsos en un documento público. Stornelli es el mismo al que se le ofrecerá el Ministerio de Seguridad en Buenos Aires en caso de que el vicepresidente Daniel Scioli sea elegido gobernador bonaerense. Fuentes oficiales del Indec dudaron de la veracidad del borrador porque afirmaron que personas con conocimientos de informática podrían haberlo armado y economistas podrían haber recalculado los números. También adujeron que podría ser obra de empleados del Indec disconformes porque la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) levantó anteayer la huelga de un mes y medio después de llegar a un acuerdo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para crear una comisión que revisará la metodología de cálculo del índice de precios al consumidor (IPC). Pero los empleados que entregaron el material a LA NACION son afines a ese gremio. El borrador cuenta no sólo con las 11 páginas habituales del comunicado de prensa del IPC, sino también con 19 adicionales que detallan con más profundidad los precios de los distintos productos. Además, aún tenía en blanco el espacio reservado para los "principales aumentos" y las "principales bajas". Entre este borrador del viernes 2 de febrero y el informe final del lunes 5, se habrían cambiado los números. Aquel lunes se demoró casi tres horas la publicación del comunicado de prensa con el dato. Eran aquellos los primeros días de Paglieri, economista de confianza de Moreno, en el Indec. Ella comenzó a trabajar allí el 31 de enero. En los meses siguientes, ya no hubo dos números porque Paglieri se encargó de confeccionar completamente los índices de acuerdo con su nueva metodología. Testimonios En el pedido de indagatoria de Stornelli consta que Silvia Almeida, que era coordinadora del IPC nacional, declaró que "entre el 29 de enero y el 5 de febrero de este año [el cálculo de la inflación] daba un resultado de 1,9%, diferente del luego publicado de 1,1%". Almeida dijo que Paglieri ordenó que se pusieran "topes" a los aumentos de la lechuga, la medicina prepaga y los hoteles. En la solicitud de Stornelli dice que Graciela Guiet, de la oficina de cálculos de la inflación, "expresó que el IPC había dado el 1,9% y [el rubro] alimentos y bebidas, 2,6%". Según el presunto borrador del 2 de febrero, los alimentos y las bebidas habrían aumentado de precio el 2,3%. Pero terminaron subiendo el 1,9%, de acuerdo con el documento final. Por efecto de la lechuga, las verduras terminaron aumentando menos: un 9,8%, en lugar del 16,5 por ciento. El informe del 2 de febrero decía que el rubro de atención médica y gastos para la salud se habría encarecido el 3,4%. Las empresas de medicina prepaga habían dado la opción a los afiliados de pagar un 22% más o acogerse a un plan que subía sólo 2%, pero que implicaba pagar adicionales por cada servicio. El documento del 5 de febrero informó sobre un incremento del 1,5%. El Indec sólo tomó los precios de los copagos, según denunciaron empleados. Otro de los ítems polémicos de aquel entonces fue el de esparcimiento, que incluye el turismo. El borrador señalaba que en enero los valores habrían subido el 6,1%. El comunicado final daba cuenta de un ascenso de sólo el 1,8%. Trabajadores señalaron que, en lugar de tomar el relevamiento de precios del Indec, se adoptó el de la Secretaría de Turismo, basado en el acuerdo de precios entre Moreno y las cámaras del sector. Los demás rubros del IPC no presentan cambios entre el 2 y el 5 de febrero. Es decir, indumentaria (-2,5%), vivienda (0,7%), equipamiento del hogar (0,8%), transporte y telecomunicaciones (0,7%), educación (0,3%) y otros bienes y servicios (1,6%). Tampoco se modificó la canasta básica alimentaria (2,6 por ciento). Hasta ahora no se había difundido este borrador porque quienes lo tienen temían represalias de parte de las autoridades del Indec. Pero lo filtraron el día en que finalizó la desgastante huelga de mes y medio y en que Fernández aceptó que no se sancionará a empleados por el conflicto del instituto. El 1,1% de alza del IPC de Capital Federal y el Gran Buenos Aires en enero había contrastado con el 1,5% de suba en Mendoza. A partir de los meses siguientes, empleados denunciaron otras presuntas manipulaciones. Los senadores radicales Gerardo Morales -candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna- y Ernesto Sanz presentaron demandas ante la Justicia. Por Alejandro Rebossio De la Redacción de LA NACION Riesgo
§ Si se comprueba en la Justicia que el dato de inflación fue manipulado, el Estado corre el riesgo de afrontar juicios de los tenedores de bonos indexados. Entre los bonistas figuran inversores nacionales y del exterior, pero también empleados públicos y jubilados (recibieron los títulos por la quita de haberes de 2000 o por mala liquidación de la pensión) y víctimas de las dictaduras (resarcidos por los crímenes sufridos).
Cómo se manipuló la inflación de enero
Según el borrador del Indec de ese mes
Domingo 26 de agosto de 2007 Publicado en la Edición impresa
Noticias de Economía:
El índice de inflación de enero, el primero al que se le atribuyó haber sido manipulado, iba a ser del 1,9% en lugar del 1,1% que terminó publicando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), según el borrador del dato de aquel mes que empleados del organismo filtraron a LA NACION. De acuerdo con este documento, la lechuga no se habría encarecido el 11,2%, como se informó oficialmente, sino el 77,2%; los precios del turismo no habrían aumentado el 3,7%, sino el 14,4%, y los de los servicios de salud no habrían subido el 2,2%, sino el 5,5 por ciento. Los datos del borrador coinciden prácticamente con los testimonios que recogió el fiscal federal Carlos Stornelli en su pedido de indagatoria elevado al juez Canicoba Corral contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; la directora del Indec, Ana María Edwin; la directora de Indices de Precios de Consumo del organismo, Beatriz Paglieri, y otros tres empleados del instituto por los presuntos delitos de violación del secreto estadístico (el que protege a fabricantes y comerciantes) e incorporación de datos falsos en un documento público. Stornelli es el mismo al que se le ofrecerá el Ministerio de Seguridad en Buenos Aires en caso de que el vicepresidente Daniel Scioli sea elegido gobernador bonaerense. Fuentes oficiales del Indec dudaron de la veracidad del borrador porque afirmaron que personas con conocimientos de informática podrían haberlo armado y economistas podrían haber recalculado los números. También adujeron que podría ser obra de empleados del Indec disconformes porque la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) levantó anteayer la huelga de un mes y medio después de llegar a un acuerdo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para crear una comisión que revisará la metodología de cálculo del índice de precios al consumidor (IPC). Pero los empleados que entregaron el material a LA NACION son afines a ese gremio. El borrador cuenta no sólo con las 11 páginas habituales del comunicado de prensa del IPC, sino también con 19 adicionales que detallan con más profundidad los precios de los distintos productos. Además, aún tenía en blanco el espacio reservado para los "principales aumentos" y las "principales bajas". Entre este borrador del viernes 2 de febrero y el informe final del lunes 5, se habrían cambiado los números. Aquel lunes se demoró casi tres horas la publicación del comunicado de prensa con el dato. Eran aquellos los primeros días de Paglieri, economista de confianza de Moreno, en el Indec. Ella comenzó a trabajar allí el 31 de enero. En los meses siguientes, ya no hubo dos números porque Paglieri se encargó de confeccionar completamente los índices de acuerdo con su nueva metodología. Testimonios En el pedido de indagatoria de Stornelli consta que Silvia Almeida, que era coordinadora del IPC nacional, declaró que "entre el 29 de enero y el 5 de febrero de este año [el cálculo de la inflación] daba un resultado de 1,9%, diferente del luego publicado de 1,1%". Almeida dijo que Paglieri ordenó que se pusieran "topes" a los aumentos de la lechuga, la medicina prepaga y los hoteles. En la solicitud de Stornelli dice que Graciela Guiet, de la oficina de cálculos de la inflación, "expresó que el IPC había dado el 1,9% y [el rubro] alimentos y bebidas, 2,6%". Según el presunto borrador del 2 de febrero, los alimentos y las bebidas habrían aumentado de precio el 2,3%. Pero terminaron subiendo el 1,9%, de acuerdo con el documento final. Por efecto de la lechuga, las verduras terminaron aumentando menos: un 9,8%, en lugar del 16,5 por ciento. El informe del 2 de febrero decía que el rubro de atención médica y gastos para la salud se habría encarecido el 3,4%. Las empresas de medicina prepaga habían dado la opción a los afiliados de pagar un 22% más o acogerse a un plan que subía sólo 2%, pero que implicaba pagar adicionales por cada servicio. El documento del 5 de febrero informó sobre un incremento del 1,5%. El Indec sólo tomó los precios de los copagos, según denunciaron empleados. Otro de los ítems polémicos de aquel entonces fue el de esparcimiento, que incluye el turismo. El borrador señalaba que en enero los valores habrían subido el 6,1%. El comunicado final daba cuenta de un ascenso de sólo el 1,8%. Trabajadores señalaron que, en lugar de tomar el relevamiento de precios del Indec, se adoptó el de la Secretaría de Turismo, basado en el acuerdo de precios entre Moreno y las cámaras del sector. Los demás rubros del IPC no presentan cambios entre el 2 y el 5 de febrero. Es decir, indumentaria (-2,5%), vivienda (0,7%), equipamiento del hogar (0,8%), transporte y telecomunicaciones (0,7%), educación (0,3%) y otros bienes y servicios (1,6%). Tampoco se modificó la canasta básica alimentaria (2,6 por ciento). Hasta ahora no se había difundido este borrador porque quienes lo tienen temían represalias de parte de las autoridades del Indec. Pero lo filtraron el día en que finalizó la desgastante huelga de mes y medio y en que Fernández aceptó que no se sancionará a empleados por el conflicto del instituto. El 1,1% de alza del IPC de Capital Federal y el Gran Buenos Aires en enero había contrastado con el 1,5% de suba en Mendoza. A partir de los meses siguientes, empleados denunciaron otras presuntas manipulaciones. Los senadores radicales Gerardo Morales -candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna- y Ernesto Sanz presentaron demandas ante la Justicia. Por Alejandro Rebossio De la Redacción de LA NACION Riesgo
§ Si se comprueba en la Justicia que el dato de inflación fue manipulado, el Estado corre el riesgo de afrontar juicios de los tenedores de bonos indexados. Entre los bonistas figuran inversores nacionales y del exterior, pero también empleados públicos y jubilados (recibieron los títulos por la quita de haberes de 2000 o por mala liquidación de la pensión) y víctimas de las dictaduras (resarcidos por los crímenes sufridos).
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