Hagamos la vista gorda.
Las viejas estructuras de los Mercados Frutihorticolas tenían armada no solo la producción y entrada a primera venta, sino la venta minorista. Por un lado el verdulero, el feriante, y para el rezago la venta callejera. Era toda una estructura dinámica para un negocio de mercaderías perecederas. Un mercado mayorista controlaba la concentración, desde ahí, la producción sobre la que influía y la comercialización donde operaba. Los operadores de esos mercados eran verdaderos caudillos en los mismos, y por lo general con militancia política. Los que yo llegue a conocer eran de militancia radical. Cuando se produce la apretura del Mercado Central de la Matanza se produce una gran dispersión de estos mercados y obviamente el recambio viene por el mismo transcurso del tiempo. El Mercado Central de Buenos Aires, en donde en horas de ostracismo se refugio Guillermo Moreno, y del cual parece que ha cobrado importancia su participación en el INDEC, es un ejemplo claro del empleo en negro. En los mercados de aquella época, por lo general, como en el de 3 de Febrero, Beccar, Avellaneda, se generaban villas o poblaciones marginales que obtenían gran parte de su cuota alimentaria del mercado y algunas monedas por trabajo barato, o sea, trabajo en negro, sin distinción de edad, genero u horario. Este modelo se repetía a lo largo y a lo ancho del país Tucumán, Chaco, Corrientes, Jujuy, Formosa, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, copiaban casi calcado el modelo. Ahora se ha vuelto en contra, porque también la cultura de esos barrios carenciados cambio dramáticamente, al punto que en algunos sectores, algunas generaciones posteriores de los trabajadores de los mismos queriendo huir de esa trampa caen en el facilismo y rompen la norma son marginales. Hoy la mano de obra es cara, no por el costo, sino por el costo indirecto de lo que les significa operar en esas condiciones y la seguridad que se tienen que dar. El Mercado Central no es una isla fue creado diferente pero termino funcionando a imagen y semejanza. Pero como creo que a Moreno le interesa la inflación no mira lo que hay adentro. Las caravanas de pobres que entran a revolver los contenedores a sacar los residuos para obtener comida, ya desalambrado periféricamente el mercado la procesión de marginados viene de todos los lugares que uno se pueda imaginar a buscar un poco de comida. Adentro, se remata la mano de obra. Obviamente los compañeros de ATE tiene para el edificio convenios colectivos de trabajo, pero para la gran marea humana que trabaja en el Mercado Central no. Es cierto entonces que la patronal no quiere que trabaje en blanco, Pero aquí luego de que este ente tripartito en que fuera relevado por Sola la representación de Buenos Aires, ya que perseguido por la gente de Moreno, según las propias denuncias del Gobernador. La responsabilidad se la vamos a adjudicar a la Nación por ende a Guillermo Moreno, ya que si la ley de contrato de Trabajo expresa la Solidaridad cuando es tercerizado un trabajo, convengamos que el piso del Mercado es del Ente aunque la comercialización sea privada, así que el poder de policía indelegable lo tiene el Estado, entonces por cada trabajador en negro que exista en el Mercado Central hay un funcionario del Estado responsable para que ello suceda. Esta claro que es cierto que los trabajadores contestarán que la patronal quiere que trabajen en negro, si el estado que es el que facilita la ejecución del las tareas y ante sus ojos deja que pase eso sin preocuparse por nada.
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