19 junio 2011

LA MARCHA SOBRE MADRID

LA SIN SALIDA



Por una “democracia real” dice la convocatoria de los indignados y acampantes de toda España a reunidos por estas horas en Madrid. Indignados por la falta de empleo producto de la caída del auge de la construcción, y la falta de crédito hipotecario para desarrollar a industria la caída del empleo genera una tasa de desocupación y una distribución del ingreso inédita en la España de los últimos 30 años. Por alguna razón he estado ligado a las cuestiones laborales de este país y tengo quizás la visión obtusa de un sudamericano lego de las cuestiones de esta democracia horizontal que pregonan y no entienden las sociedades desarrolladas europeas.
De la convocatoria a una democracia real por una crisis del empleo y una corrupción del estado que hacia la vista gorda mientras todo andaba joya, me resulta contrastante con algunas situaciones muy peculiares de cómo se desenvuelven los vínculos laborales en la península.
Ejemplo 1
Selección para una empleada de comercio
Dos Mujeres jóvenes han sido seleccionadas para ocupar un empleo en un empleo luego de entrevistarse a varias. Luego de comunicarles la decisión una manifiesta.
Que el marido no la puede llevar con el auto al trabajo (la paga es de 200 euros más que en un supermercado vecino de primera marca y donde se cumplen tareas multifunción)
La segunda, que sería nueva en relación a las otras empleadas pide horario de privilegio, solo turno mañana ya que no quiere dejar a sus hijos por la tarde ya que su privilegio son los hijos.
Hay que llamar a hacer una nueva selección. Estamos en plena crisis de falta de empleo, aún siguen poniendo condiciones.
Ejemplo 2
Un supermercado de origen Francés que en argentina ha estado y se fue:
Los sectores no son multifunción, no atienden nada más que por rubro, por lo tanto un empleado del sector sanitario tú le preguntas donde queda el sector lamparitas de electricidad, dice, no sé, yo soy solo de sanitario.
Cuando los clientes se acercan a el sector se acercan a los empleados no se atienden por orden de prelación, sino por interés del empleado, lo atienden  según sus ganas, y cuando uno les dice, ¿me atiendes?, un segundo, estoy atendiendo. Vale, luego sigue con otro que estaba después de ti, y le repite, ¿me atiendes?, un segundo, estoy atendiendo a otro cliente. A la tercera uno va a la supervisión y les dice a los supervisores, que si le podía dar un vendedor porque uno no quiere ver o preguntar por una cosa en especial, sino comprar algo específico, y retirarlo hasta la caja, que ya eligió y solo quiere la orden para irse. Por parlante llama al vendedor, viene y le dice, ah, sí, le dije al  Sr. Que ya lo atendía, que estaba atendiendo a otros clientes. Me fui. Sentí que o me tomaba el pelo o me maltrataba, quizás esas situaciones de la soberbia argentina, pero en fin.
Luego averiguando, es tan bajo el nivel de salario que están pagando en el súper francés que estuvo en la argentina y se fue rajando por el campo, que en realidad la protesta es boicotear las ventas saboteando al cliente, sin darse cuenta que sin trabajar con los sindicatos contra la patronal no es corriendo las ganancias como se lograba el éxito, si van a paro, no tendrán reinserción laboral e ingresaran a la larga nómina de indignados acampantes que pedirán democracia real. Ahora los centrales sindicales de la libertad democrática y libres, y bla, bla, bla ¿son tan corruptas como la política que no lo ven? O me dirán como un trabajador que es una manera de hacer negocios y mientras a la empresa le de ganancias les da igual. Además vendiendo todos productos chinos y sin capacidad de generar una industria local daría casi la sensación que hay parte de indignación merecida, aunque nadie debería recibir este mensaje, solo deberían encaminar el discurso hacia la política, porque lo que se sustenta en esta situación es un cambio político.
Deberá este colectivo social cambiar hacia un colectivo político con propuestas concretas, no con propuestas englobadoras pero vacías de contenido.  Sino cuando llegue el momento de concretar las peleas serán peores que las del INADI en la Argentina.



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