11 octubre 2009

SOMBRAS DE AYER EN LA PLATA

CENIZAS DEL INCENDIO

Ahora que ya paso la ley y que Papaleo dijo sus cosas, si hay un caso oscuro en la historia política argentina es el ascenso y desaparición de Graiver en la Política Argentina. Vinculado al manejo de los fondos del secuestro de los Born y el blanqueo e inversión de los mismos en los mercados mundiales, nunca ha estado claro cuál fue su vinculación del mismo con el Banco Comercial de La Plata y el destino de los fondos. Como todo, se tejen mil historias y lo fatídico del caso en la falsificación de la historia, aunque no los muertos que resultaron de todas esas conspiraciones. Allegado a José B. Gelbard, y este rodeado y apretado de la cúpula montonera. Mantenía una política de la cual solo el rodrigazo podía salir como ríspido despertar al sueño de la inflación cero. A un mendas compromiso de los empresarios de la argentina cuando en realidad no se respetaban los precios máximos. Por lo que el desabastecimiento y el agio eran parecidos pero multiplicados por cien a las políticas que practica Guillermo Moreno. Con un dólar planchado y con todo un universo de especulación Graiver crecía desde el Banco de 7 y 49 al mundo. Proveniente de una familia dedicada al rubro inmobiliario en La Plata y que había tenido el éxito de la construcción cuando fue el estertor de la confianza del sector medio en los bancos. Es decir cuando la gente ponía en el banco el dinero como signo de confianza y las tasas de inflación eran mayores a las tasas de interés que daban las instituciones. Comenzó un auge de la construcción con la venta al pozo de las edificaciones. Esa década del sesenta cambio a la fisonomía definitiva no solo de La Plata, sino también de Mar del Plata, y risueñamente basta recordar la destrucción de la vieja Galería Bristol en el boulevard Marítimo, para construir el todavía no terminado Bristol Center que ocultaría, de terminarse, con su sombra, toda la playa Popular de ese Balneario. En este marco de operaciones financieras y de mesas de dinero, Los que crecimos juntos en la ciudad vimos como Graiver y su banco se convertía en el inversor numero uno de los platenses. Como los que éramos locales y autóctonos accedíamos a la vivienda gracias al banco y hasta los vínculos con los empleados, y porque no al primer empleo en el mismo banco. ¿Pero qué había detrás de todo ello? Fondos que provenían de los secuestros y ilícitos de los grupos subversivos. Con el devenir, todo fue poco claro. Turbio y termino todo mal. Camps terminaría persiguiendo hasta su propia familia política en La Plata. Lo que quedan son las necrológicas y los desaparecidos. Crudos testimonios de violencia y odio. Lo que no se dice es la avaricia de lo que lo genero y el estado de cosas en que estaban los seres que se las ingeniaron de un lado y del otro para perseguir ese fin tan descontrolado y el horror que pagaron los inocentes.

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