07 octubre 2009

SOBRE MARTIRES

HAY QUE PERDONARLES LO QUE NO SABEN QUE EXISTIO


Ya no son pocas las voces que se van animando a decir que de alguna manera el tema de los derechos humanos tiene que tener un punto de inflexión. Que lo dicho no sirva para justificar los que de horroroso puedan haber hecho los que secuestraron y mataron desde las fuerzas armadas. Pero tampoco, podemos a esta altura de la historia reciente aceptar como si más los artilugios de los fallos judiciales que fueron forzando las normativas constitucionales, no solo para juicio y castigo a los culpables de hechos aberrantes, sino que como consecuencia de ello, aplicables a cualquier ciudadano común. El caso concreto es lo que paso con la comisión investigadora de los hechos del Beni que concluyo que se habían cometido crímenes de lesa humanidad, con lo cual el prefecto Fernández está en la cárcel, facilitando las políticas desmembradoras de la oposición de Evo Morales (también vale citar que cierto el libro de reciente presentacion en un hotel de Retiro donde se menciona, que lo actuado por Montoneros en la Democracia en el gobierno de Campora pude ser considerado de Lesa Humanidad por contar con el aparato del estado a su favor, por ejemplo el Ministro del interior era el actual Fiscal de Estado Esteban Righi). Ya que el Unasur, por sobre la justicia boliviana se convirtió en un organismo juzgador no en una comisión investigadora que nutriera a la justicia boliviana. El derecho a la defensa. El juico y castigo es presuponer la culpabilidad de antemano de la persona, lo cual es anticonstitucional, la presunción de inocencia es una garantía constitucional. Los mismos cantos de escrache, no solo piden un juicio justo sino el castigo. Como puede ser justo un juicio si de antemano condiciono la sentencia con que si no hay castigo no hay justicia. En realidad no hay concepto de lo que es el derecho en la Argentina. Solo se quiere reparar por un acto de odio y por la fuerza lo que la fuerza generó. De ser así, los actos de fuerza e ilegales de cualquiera serian tan legítimos si no siguieran un orden constitucional del derecho a defensa y la posibilidad de no ser prejuzgados. Llama la atención la inmensa participación de jóvenes 20 añeros, que solo saben por lecturas o por lo que se cuentan lo que paso, y nos parece que hay una transmisión de un concepto de odio más ligado a una estrategia de pertenencia a un grupo que de concepto de hallar la verdad y la justicia. Se siguen buscando culpables cuando el marco histórico era distinto, cuando la genealogía de lo ideológico y la partición de la sociedad argentina era otra, inclusive la concepción del estado post libertadora y el apego de los cientos de empleados públicos y funcionarios que han pasado desde Lonardi hasta Lanusse, aun en las gobiernos Democráticos de Frondizi e Illia, sin que por ello si haya alterado la forma de ser de nadie. Aparece amainado el Plan Conintes donde por ejemplo la DIPPBA en la Policía de la Provincia de Buenos Aires, ha tenido un rol fundamental en dicho estado, porque no es que actuó solo con Camps. y deben haber sido tambien sus padres, sus abuelos o bisabuelos. Habría que, por otro lado, recordar a los presos de la resistencia peronista que estuvieron en Sierra Chica o en Ushuaia por el Plan Conintes en épocas de Frondizi por defender a Perón. Pero ahí, no hubo cárcel, ni ideas que defender, ni ideales que fueron formando la conciencia de un camino hacia la instalación de las tres banderas que hoy y aunque parezca mentira ya ningún partido político las discute: Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social. Habría que recordar las persecuciones, atentados y las muertes de los compañeros de aquella época. Pero parece que ha habido compañeros solo de un momento de la historia. Ahora bien, no es así, pero por la persistencia, el grito y la perseverancia, la historia se vuelve gris y difusa. Si ha habido un camino hacia una militancia, que haciendo pie en lo social la mira era el poder, deberán admitir que siempre lo más lejos que han llegado del poder ha sido ligados al peronismo. Pero parece que al peronismo le escriben la historia al revés, o hay que acusarlos de asesinos. Pero no vamos aquí a encender la polémica. En algún momento se fracturaron las organizaciones juveniles que venían de la militancia de las luchas de enseñanza laica y libre. Los sectores que defendieron la enseñanza libre de esta militancia optaron por el peronismo como un instrumento para alcanzar el poder para instalar su revolución y los otros que tomaron conciencia de que el peronismo encarnaba ese humanismo que dejaba vacante en la historia una iglesia que no podía superar sus contradicciones internas (Teología de la liberación y Tradicionalismo). El querer escribir solo la historia de uno es un fanatismo que borra a los ojos de los demás y ciega lo que verdaderamente ocurrió en el pasado reciente de argentina. Porque para un chico de 20 años es historia pero para un hombre de 60 quizás lo puede contar como cosas que vivió.
Por todos esos compañeros que están en el olvido de los que están solo esperanzados en castigos. Vaya hoy un día cualquiera, a pocos días del 17 de Octubre, día de la Lealtad a Perón mi homenaje. A los sin nombre, a los que murieron y no tienen en su tumba una placa que los recuerde como militantes. A sus familias, que no dicen nada. Porque la historia perdone a aquellos que silenciaron sus acciones que facilitaron que en la argentina se avanzara en las conquistas sociales que hoy se están perdiendo.






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