27 septiembre 2009

YA VA POR TODOS.


NO VA MAS

Es comprensible a la luz de los datos que informa el diario La Nación de hoy domingo que Oyarbide, juez que ha dado muestras de ser leal al Consejo de la Magistratura, que su accionar, lejos de estar vinculado con un acto de levantamiento contra la opresión del oprobio K, fue la prolongación del mismo. Lo interesante, es que de la falsificación de los medicamentos de la Bancaria y de los resultados de los mismos, quedaría claro que habría proveedores que vendían medicamentos robados y falsificados. Y que eran contribuyentes a la campaña de presidencial que llevo a Cristina a la primera Magistratura. Hacemos un alto aquí. En ningún caso el juez investigo a los mecanismos de control y habilitación de estos comercios, la ANMAT, o la SECRETARIA DE COMERCIO o la Parte de la SUPERINTENDENCIA DE SE RVICIOS DE SALUD que expresamente a las farmacias no les exige estar inscriptas en el registro de prestadores, como a los médicos o a los sanatorios. La farmacopea pues ser vendida por cualquier hijo de la calle y eso desde el poder público. La corrupción era así y el buen criterio de Oyarbide no lo hace sonso. Pero para ahí la investigación no sigue. Los organismos de control que papaban moscas siguen haciéndolo. Pero Oyarbide investiga hacia las obras sociales. El APE para dar un reintegro o un subsidio exige en la presentación del mismo tres presupuestos. Ahora bien, no estando controladas las droguerías es de suponer que las de los medicamentos falsos tendrías precios sin competencia. El mismo estado no devolvería ningún reintegro a una obra social si al hacer una compra elige el presupuesto más caro, ante la mera sospecha de comprar un medicamento falso. El alto costo y la baja incidencia del tratamiento dejarían afuera a la obra social de los fondos del APE. (Que no son del estado, son el 10% del total de los que aportan los titulares de las obras sociales para generar el fondo de redistribución para casos como estos, públicos se convierten por una declaración del general Centeno en la dictadura militar, vale la pena recordarlo, porque después lo consagra una ley de Alfonsín, pero es una rémora de la dictadura militar). Es decir no son del estado, ya que su excedente es solo aplicable a ese fin, el fondo de redistribución. Pero como resultado de la concurrencia del malestar que genera la Bancaria y el personaje de Zanola y otros capitostes más del Sindicalismo vernáculo y cgetista, se sigue con las obras sociales para ver si están en las mismas condiciones.
En la Nación se lee que Néstor Kirchner quiere entre otras cosas:
Reforma de la ley de asociaciones sindicales: se piensa en reconocer la libertad sindical y la personería gremial a otras centrales, como el CTA. Pero eso podría tensar la relación con la CGT.
¿Que se pensaban los muchachos, que no iban a venir por ellos? ¿Qué los que vienen, los necesitan, por más que tengan la capacidad de movilizar 100.000 personas pagas?
Oyarbide sigue buscando y revolviendo mierda por el lugar equivocado, pero igual, mierda también hay. Hay para todos muchachos.




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