29 septiembre 2009

HISTORIAS DEL DESGARRAMIENTO

LA ARGENTINA DE HOY

No es sencillo, pero el Moyano y Kirchner lo han conseguido definitivamente: vaciar de contenido representativo al sindicalismo peronista. Eso sí, no digamos que son los únicos responsables. Pero el favor histórico de la destrucción definitiva del modelo sindical ideado por el Gral., Perón en la Secretaria de Estado y Previsión desaparece por desgaste histórico bajo el bombo del Tula, la marcha peronista, la foto de Evita, y las cagadas de la economía inclusiva de Néstor apañadas por Moyano en un vaciamiento de contenido de las relaciones laborales inaudito en épocas de democracia. La flexibilización laboral de Cavallo, suponía también alguna que otra regla de juego. Aquí no hay reglas. Fueron por todo, no solo la recaudación, sino por el sistema mezclando privado y estatal en una melange que parece que todo Organismo estatal y sindical fueran una extensión de las ordenes de gobierno o del sector privado. Si se le preguntara a cualquier adolescente si Moyano es un funcionario público creo que se vería en un brete. Pone y saca funcionarios, maneja fondos estatales que son subsidios, nadie explica nada de donde son, como se constituyen los mismos y que destinos se les da. Con una democracia sindical que tiene un modelo y que nadie explica porque las corrientes diversas prefieren hacer otros sindicatos a pelear las internas en esos sindicatos. Nadie les pregunta a los delegados de Kraft porque no le juegan la interna a Daer, o a los de Subterráneos porque no le dan la pelea en la interna del gremio y prefieren hacer un sindicato aparte. Porque en uso de la diversidad no aceptan ser la minoría y convivir con un estilo y tildarlo de patronal y claudicante. Y que como resultado de esa tolerancia del estado para que el trabajador que plantea diferencias a la ley haya que respetar sus actuaciones fuera de la ley. Estas contradicciones del sistema solo le sirven a la patronal. Cada vez que paran los subtes o hacen un corte los de Kraft, no es la solidaridad a la problemática del desempleo y la pobreza lo que se genera, sino mas bien la irritación ante el atropello de los derechos individuales. Una sociedad que no puede convivir con los conflictos de valores positivos. Es decir las confrontaciones de derechos individuales y que como consecuencia de la demora en el tiempo de la resolución se trasladen un ring que es la sociedad en su conjunto, es difícil que el progreso del conjunto se garantice. Kraft no les va a dar la propiedad a los trabajadores de la empresa, y por más que lean a Marx y lo repitan en voz alta en las líneas de producción a los trabajadores, el cambio político para que ello suceda está en la esfera política y en la discusión del Estado y en las reglas de juego que impone la democracia. Cuando estos partidos de izquierda que movilizan y se constituyen en frentes políticos se difuminan y su caudal de votos se minimiza. Las trasnochadas alianzas circunstanciales y poco solidas del estudiantado universitario tienen el mecanismo perturbador de una sociedad irritada, pero si quieren cerrar la universidad el país no se va a parar, pero con todos ellos cortando las calles puede que puedan parar a la ciudad de Buenos Aires, que parece lo mismo pero es otra cosa.
Por lo tanto los sindicatos, en la medida que no son respuesta porque sirven a una coyuntura política y no a una estrategia política que al menos alcance a una gran mayoría de los trabajadores ha dejado de tener funcionalidad social. En la medida que no exista conciencia de para qué fueron constituidos y se manejen como un coto cerrado, han dejado de ser un canal de contención y expresión de un sector de la sociedad, para ser un fenómeno inexplicable en la sociedad que se pregunta perpleja ¿para qué sirven? En la medida que se sigan superponiendo el concepto de las Obras Sociales con el del Sindicato es que vamos al vaciamiento de contenido de la doctrina que los vio nacer.
Nuevamente recrudece la pelea contra la burocracia sindical como en la década del 60 con Agustín Tosco, o René Salamanca. Como si durante estos últimos 50 años alguna corriente combativa hubiera ganado un espacio y pudiera mostrar un modelo nacional de sindicato que no sea estatal que funcione conforme a estas ideas.
La lucha por la lucha misma tiene el afán de acelerar cambios políticos. Pero en sí mismos esos cambios políticos han sido catastróficos para los trabajadores independientemente de la justificación mas encumbrada de los reclamos de estos trabajadores. Más cercanamente el perro Santillán, está en el ostracismo de su provincia sin haber cambiado nada. Pueden exhibir marchas, caminatas, jornadas, Carpas, muertos por estas luchas (a los cuales se rinde especial homenaje en este momento), pero no hay producido ninguna dinámica social a la construcción de un modelo donde los trabajadores alcanzaran mejoras en sus condiciones salvo las salariales, estas por lo general como las de los docentes fueron efímeras, ya que siempre son dadas en el marco inflacionario y se desvanecen entre la oportunidad del otorgamiento y la percepción concreta del mismo.
Hoy, aun aceptando la burocracia sindical y que el sindicalismo peronista agotado por haber perdido el origen peronista, que Moyano solo guarda en la cuenta bancaria, este tendría las mismas situaciones que las que enfrento el campo para negociar con el gobierno. Paritarias libres y condiciones de trabajo libres en paritarias no se las dan ni a Moyano ni a ninguna corriente clasista y combativa. Una paritaria donde se discuta una propiedad participada de los trabajadores en una empresa multinacional, no sé si tendría cabida para ir a un laudo del Ministerio de Trabajo si no hay un interés de algún grupo empresario amigo del gobierno.
El dar un subsidio Universal a cada desocupado, el gobierno hace oídos sordos porque los números no cierran en las cuentas fiscales. Podemos escribir mil horas sobre este tema. Pero que a un gobierno que quiere ocupar el espacio de la izquierda progresista le aparezca un espacio de izquierda progresista mas a la izquierda que él es un conflicto que puede llevar a un conflicto tan eterno como el del campo. No ha habido respuesta de los grupos sociales adictos al kirchnerismo. Están aburguesados. Ya no tienen la impronta naif de los que se mueven por necesidad, están abastecidos pensando en el 2011. El presente lo daban por obvio. Además se tenían que sacar a Moyano de encima para el 2011, y cuando digo Moyano digo a todos los dirigentes sindicales empezando por Zanola que no pueden aportar más que sellos de goma u hordas pagas para presionar. El sindicalismo esta también como quiste lejos de los problemas de las fabricas y los establecimientos laborales. Hay también la falta de un dialogo generacional y el peronismo se ha vuelto un concepto sentimental más que una ideología de cómo estructurar el movimiento obrero organizado.

Para finalizar dejamos un pensamiento de Emile Ciorán en su libro “La tentación de existir”

Fiel a sus apariencias, el violento no se desanima, vuelve a empezar y se obstina, ya que no puede dispensarse de sufrir. ¿Que se encarniza en la perdición de los otros? Es el rodeo que toma para llegar a su propia perdición. Bajo su aire seguro de sí, bajo sus fanfarronadas, se esconde un apasionado de la desdicha. De este modo, es también entre los violentos donde se encuentran los enemigos de sí mismos. Y todos nosotros somos violentos, rabiosos que, por haber perdido la llave de la quietud, no tienen ya acceso mas que a los secretos del desgarramiento.
(La tentation d'exister - 1972)



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