30 septiembre 2009

ALGO HUELE A PODRIDO EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL GOBIERNO

PARA LELOS

LUIS D' ELÍA: "LA DERECHA VUELVE POR SUS FUEROS"
Escrito por Jorge Luis Ubertalli
Martes, 18 de Agosto de 2009 21:24

El dirigente piquetero afirmó que el mentor ideológico del asesinato de su compañero Martín Cisneros fue el ex presidente Eduardo Duhalde. Dijo que el hecho se produjo a través de un sicario de la Policía Federal llamado llamado Juan Carlos Duarte, y añade que no se arrepiente de haber peleado por lograr que apresaran y condenaran al asesino. Luis D' Elía, o el "gordo Luis" como lo llaman sus compañeros, amigos y allegados, es un dirigente piquetero que llegó de abajo y no tiene pelos en la lengua.Acusado de la toma de la Comisaría 24 de la Capital Federal luego del asesinato de uno de sus compañeros y amigos, Martín "Oso" Cisneros; de obstruir calles porteñas a través de una marcha multitudinaria llevada a cabo en mayo de este año; de manifestar su bronca contra los ricos y "oligarcas"; de pelearse a puño limpio contra el vocero de un uniformado de turbio pasado, aceptó dialogar sin tapujos. En su oficina de Plaza Once, mate de por medio, esto dijo.
Hay una situación de juicio pendiente contra usted por la toma de la comisaría 24 de La Boca llevada a cabo el 26 de junio del 2006, que ha desbordado la agenda de los medios estos últimos días. Sin embargo, poco se informa sobre el asesinato de Martín "Oso" Cisneros, ocurrido en ese momento y que dio origen a las refriegas que culminaron con la toma de la comisaría ¿qué puede decir al respecto?

A Martín Cisneros lo asesinan la noche del 25 de junio del 2004. En febrero de ese año, yo hablé con el entonces Ministro de Seguridad, Gustavo Béliz, para interiorizarlo de que nos iban a asesinar compañeros en La Boca, porque estaban dando una batalla sin cuartel a la droga en el ámbito de la juventud. En abril de ese año, volví a hablar con Béliz quien ya en febrero había iniciado un sumario interno en la Policía Federal para informarse sobre las irregularidades existentes en la comisaría 24 de La Boca. El sumario se cerró quince días antes del asesinato de Martín, que fue ultimado en las vísperas del 26 de junio, cuando se cumplían dos años del asesinato en manos policiales de la Provincia de Buenos Aires de los compañeros Maximiliano Kosteki y Dario Santillán. Esto nos pareció un metamensaje político. Esa noche, un sicario de la Policía Federal llamado Juan Carlos Duarte, quien vendía droga para los uniformados y tenía tres denuncias asentadas en esa comisaría 24 por agresión armada, violación y asalto, asesinó a Martín de siete balazos. Debido a esto se generó una tumultuosa protesta, encabezada por mí, para protestar y exigir que se detuviera al asesino, a todas luces protegido por esa dependencia policial. Hubo allí empujones, insultos, escupitajos, agresiones de palabras, y finalmente los policías decidieron abandonar el local y se dio una situación paradojal: ellos afuera, con la Guardia de Infantería, y nosotros adentro de la comisaría, con el ánimo de no abandonarla hasta que detuvieran al asesino de Martín.

¿Cómo sucedieron los hechos posteriores?

Nosotros nos vamos a las 8.30 de la mañana, luego de pasar toda la noche en la comisaría, labrando un Acta sobre el estado general del inmueble que firma el comisario general Santos y yo. El asesino fue detenido a las 12 del mediodía, tres horas y media después de nuestro abandono de la delegación policial. Eso demuestra que no hubo "coacción agravada", como sostienen los representantes de la derecha, porque si esta hubiese existido nos hubiésemos retirado de la comisaría después de la detención del sicario Duarte, y no antes. A partir de allí se armó una tremenda campaña de difamación, que luego nos enteramos había lanzado el entonces jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, el doctor Alberto Fernández, y en ese marco se me pidió una declaración indagatoria. Yo era en ese entonces diputado provincial y el 12 de octubre provoqué un hecho inédito: pedí mi propio desafuero. Creo que debo ser uno de los pocos que pidió su propio desafuero en la historia legislativa del país…primero, ante el Juez, y luego el propio 12 de octubre en la Mesa de Entradas de la legislatura bonaerense, que lo rechazó 4 días mas tarde. Esto se debió a que la Justicia había solicitado 14 desafueros de legisladores acusados de corrupción, dolo, etc., y si la legislatura me lo concedía a mí le debía conceder a la Justicia los restantes. Por eso no me admitieron el desafuero en la legislatura bonaerense.
Se produjo entonces una impasse durante estos cinco años, y ahora vuelve la derecha por sus fueros.

¿Y en qué situación quedó Duarte?

Fue detenido, probado que era el asesino, condenado a 18 años, 14 más 4; 14 por el asesinato de Martín y 4 por las denuncias anteriores que nombré. Ahora está preso en Batán, cerca de Mar del Plata. Lo que nunca supimos fue quién fungió como autor ideológico del asesinato de nuestro compañero, aunque para mí está claro quien fue. Volviendo a mi caso, creo que esta campaña actual en mi contra, reflejada tanto en las sanciones por obstruir la vía pública el 7 de mayo, por la condena a mis dichos, como por el llamado a declarar por lo de la comisaría 24, obedecen a estrictas causas políticas. Se me armaron cuatro procesos: uno por darle una trompada a Alejandro Graham, vocero del coronel Valentino, principal implicado en la represión ilegal de los años 70 en la provincia de Entre Rios; el segundo, por la marcha del 7 de mayo de este año en la Capital Federal; el tercero por haber dicho que odio a los ricos y a la 'puta oligarquía', y ahora por el tema de la comisaría. Yo no tengo ningún problema, y si tengo que ir preso iré preso, pero no me arrepiento de haber peleado por lograr que apresaran y condenaran al asesino de Martín Cisneros, y lograr que hoy permanezca en la cárcel.

Con respecto al tema del 'odio' al que usted se refiere, y que tanto repiten los medios de información ¿es a un grupo étnico en particular, a personas particulares, o a una clase social que a su vez odia a los pobres y a los arquetipos populares como el que usted representa?

No, a nadie en particular. Es a una clase social, racista, xenofóbica, egoísta, que quiere un país para muy pocas personas. Una élite dominante engolosinada con el poder, que se prepara para reprimir y golpear a los movimientos populares. Una demostración patética de su accionar es la creación y actuación de la Policía Metropolitana de Mauricio Macri, jefe de gobierno de la Capital Federal, quien ha designado a un personaje como Jorge "El Fino" Palacios como su titular. Con esa designación ya está demostrado que esta policía se habrá creado para reprimir la protesta social. En cuanto a mi defensa, yo no sólo seré defendido en esta nueva confrontación con ese sector reaccionario por medio de mis abogados, sino fundamentalmente por mis compañeros, las organizaciones sociales, su movilización. En cuanto a si iré preso o no, si me condenarán o no, quiero, salvando las distancias que me separan de un personaje tan enorme como Fidel, decir, con respecto a la toma de la comisaría, lo mismo que él dijo ante la toma del Cuartel Moncada: "La Historia me absolverá".

¿Quién cree que fue el mentor ideológico del asesinato de Cisneros?
Duhalde, sin duda.

Jorge Luis Ubertalli
TeleSUR



Kraft Food, Alimentos Podridos





La empresa alimentaria Kraft Food Inc., verdadero pulpo internacional con sede central en EE.UU. que en el 2007 ganó 37.000 millones de dólares a través de sus 159 sucursales derrapadas por el mundo, ha montado una provocación a los trabajadores locales que ha costado cientos de cesanteados, reprimidos y heridos.



Por: Jorge Luis Ubertalli
::Periodista y escritor argentino
En el marco de la crisis mundial capitalista y la consecuente arremetida regional del fascismo, este emporio alimenticio presiona al gobierno para que ceda ante sus demandas de superexplotación, a la par que alimenta, con sus provocaciones, la ira popular.

Juego de palabras

Los food de kraft son garvish en todas partes. Y aquí no son menos. La lógica de concentración y centralización del capital preanunciada por Carlos Marx en 1876, se centró en esta empresa que, aterrizando en el país en el 2000, se tragó a Nabisco Co., otra multinacional de orígen yanqui afincada aquí desde 1981 y que durante los años 90 del menemismo se había tragado a su vez a Terrabusi, Canale y otras empresas alimenticias, cuyos ''pioneros'' fundadores locales -creadores de la Coordinadora de Productos Alimenticios( COPAL) en el marco de la dictadura militar del 76- se dedicaron a negocios mas florecientes. Ante las adquisiciones de Kraft Food que homologaron al embudo, las leyes del valor y de la acumulación capitalista rigieron sin cortapisas: miles de trabajadores quedaron en la calle. Sin embargo, los food de kraft, marketing mediante, lograron hacerse dueños absolutos de un mercado alimenticio local signado por la ingeniería genética- los 76 productos mas vendidos de Kraft Food que incluyen cereales, chocolates, bizcochos, alfajores, jugos dietéticos, bocaditos, panes de salvado, empanadas y mousses se producen con semillas manipuladas genéticamente- y la utilización de materia prima africana obtenida a través del trabajo esclavo de Costa de Marfil.
A partir del 2004, y ante una caída de las ventas, la empresa decidió desprenderse de 10.000 trabajadores y cerrar veinte fábricas, lo que llevó al combate a sus asalariados de España, Venezuela y Colombia, entre otros países. Pero no menguaron por ello sus ganancias, ni tampoco su futuro económico financiero esplendoroso, vinculado con los avatares políticos de EE.UU. En las últimas elecciones, la multinacional corrió con el caballo del comisario Barack Obama, y este, una vez arribado al gobierno, la premió con la dirección de la Comisión Nacional de Valores, de la cual se hizo cargo la directiva empresaria Mary Schapiro. También el magnate Warren Buffet, dueño de la mayoría de acciones de Kraft Food, se coronó entonces como asesor económico del presidente norteamericano.
Rehenes
En el 2005, cuando los trabajadores colombianos de Kraft Food decidieron sindicalizarse, la empresa despidió a sus representantes. Y paralelamente encerró a treinta de ellos en el comedor de la planta fabril para que firmaran sus renuncias bajo coerción. Obviamente se negaron y fueron mas tarde reprimidos por la Policía Nacional. Ante estos hechos, el sindicato colombiano de la alimentación, Sinaltrainal, denunció en un documento que la compañía ''quiere el aniquilamiento del sindicato y avanzar en la tercerización y precarización de la totalidad de la mano de obra''.
Lo mismo ocurre aquí. A partir de julio de este año, Kraft Food montó provocaciones vinculadas con la salud de los trabajadores de la planta de General Pacheco, Provincia de Buenos Aires, que culminaron en agosto con la cesantía de 162 delegados. Look out patronal, retención de obreros en el interior de la empresa, manipulaciones, burlas amparadas en la Justicia y otras yerbas, acrecentaron el conflicto. Ante el apoyo popular a los obreros en lucha y la toma de la planta de Pacheco para conminar a la multinacional a reincorporar a los trabajadores cesanteados, la Justicia determinó un desalojo violento de la misma, que se llevó a cabo hace pocos días a través de más de 200 policías armados hasta los dientes y acompañados de perros. Mas de 60 trabajadores fueron tomados de rehenes dentro del establecimiento y prontuariados allí mismo por la policía, que negó el paso a los abogados defensores y se comportó como juez de Instrucción, pretendiendo obligar a los agredidos y gaseados a firmar declaraciones que los inculparan.
Aquellos familiares de los despedidos y militantes de partidos populares que desde afuera apoyaron la toma fueron también gaseados y garroteados. Nadie se salvó de la ''táctica de disuasión'' utilizada por la Policía Bonaerense que, al igual que las otras fuerzas de seguridad, no movió un dedo para reprimir a los provocadores ''del campo'' cuando paralizaron el pasado año el país, cortaron rutas y echaron a la basura miles de litros de leche y otros alimentos como ''protesta'' por las retenciones que el gobierno puso a los embarques al exterior de soja.
Lo mismo que a usted
Kraft Food forma parte de la dirección de la Cámara de Comercio Hondureño Norteamericana, que apoyó el golpe y reconoció el gobierno de facto de Micheletti. Aquí, la multinacional también se halla contenida en la Cámara de Comercio Argentino Norteamericana y es miembro de la Coordinadora de Empresarios Alimenticios, COPAL, cuyo titular, Jorge Zorreguieta, ex ministro de agricultura de la dictadura de Videla, Massera y Agosti de 1976, vinculado al grupo azucarero Ledesma y a Arcor, pidió al gobierno que reprimiera a los trabajadores de la compañía alimenticia. Pedido al que adhirió el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren.
La actitud de Kraft Food, a la cual apoya, claro está, la Embajada de EE.UU., se enmarca en dos elementos:
- la presión sobre el gobierno, a través de este tipo de provocaciones, para que reprima a los trabajadores y ceda ante las exigencias empresarias de una mayor explotación ante la crisis mundial y local del capitalismo.
- la eliminación de la fábrica de los dirigentes sindicales, que en número de 156 fueron echados de ella, en función de liquidar a las comisiones internas y acrecentar la superexplotación laboral y obtener altas tasas de plusvalía absoluta ( a lograr mediante el alargamiento de la jornada de trabajo de 8 a 12 horas) y relativa (mediante la eliminación de la masa laboral equivalente a un turno). Este sistema ''americano'' ya fue impuesto en la planta harinera de la provincia de San Luis, una de las tres con que cuenta la empresa.
En la primera mitad de este año, Kraft Food, que emplea a 3.500 operarios repartidos en las plantas bonaerenses de Pacheco y Tres Arroyos y de Villa Mercedes, en San Luis, reportó ganancias por 1.487 millones de dólares. Ganancias que seguramente se ampliarán a costa de la expulsión de trabajadores del mercado laboral, si Kraft Food se traga también a la empresa yanqui Cadbury, que opera en el país. Es de 'manual' que ante la caída de los precios como corolario de la recesión mundial, las empresas capitalistas mas poderosas fagocitan a sus competidoras y simultáneamente recurren al aumento de la productividad del trabajo para abaratar costos, ser competitivas y poder liquidar a otros competidores. Esto se logra reduciendo la masa laboral-salarial y superexplotando a los trabajadores que permanecen en actividad, por un lado, y aumentando a la vez el parque de maquinarias con alta innovación tecnológica paralelamente al abaratamiento de materias primas, por cuyo mercado existe una competencia intercapitalista feroz. Lo mismo, como lo hace ahora, hará Kraft Food que, al igual que todos los emprendimientos capitalistas, pretende salir de la crisis ''pateando la pelota para adelante''.
Ejemplo
En su página web, Kraft Food informó que en julio del 2003, su ''compromiso'' para ''promover la salud y el bienestar'' fue plasmado en un Programa Global, mediante el cual la empresa se comprometió, entre otras cosas, a ''fomentar hábitos saludables entre sus empleados''. La nota de prensa decía finalmente: ''A Kraft Food Argentina también le importa la salud de su gente. Cuenta por ello con completos programas de medicina laboral y de medicina preventiva, como así también con instalaciones propias dentro de su planta en Pacheco para el desarrollo de actividades físicas y recreativas''.
Seis años mas tarde, en el mismo mes de julio, ante el avance de la denominada Gripe A y la desidia de la empresa, los trabajadores de esa planta realizaron el paro que dio origen al actual conflicto. ''Pedíamos que desinfectaran la fábrica porque había compañeros enfermos, la empresa respondió que iba a cerrar el jardín maternal, pero no les dio licencia a las madres, que no tenían donde dejar a sus bebés. Se pusieron duros y no querían dar el asueto correspondiente con tal de sacar la producción. Después del paro, les dieron la licencia, se dictó la conciliación obligatoria y el ministerio intervino obligando a la empresa a que dejara faltar a las personas con problemas respiratorios, a que les pagara a las madres esos días de licencia. El lunes 17 terminó la conciliación obligatoria y al día siguiente mandaron los telegramas de despido. Se sacaron de encima a los que molestaban, dieron de baja a los gremialistas y a toda la gente que se ponía al frente para reclamar''- relató al matutino Página 12 del 27 de septiembre la obrera Gisella Floret, del sector chocolates.
Los trabajadores de la alimentación siguen en la lucha apoyados por todos sus hermanos de clase.
Los alimentos de Kraft Food huelen a podrido.



Fuente Telesur

Algo huele a podrido en TELESUR. FUERA LOS CUADROS DE CHAVEZ DE LA POLITICA NACIONAL.





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