NO HAY CASO
Hay cosas que dentro del malestar esta gente no comprende sobre la crisis. Llega el verano y no tienen cara de culo. Se preparan para recibir el turismo, dicen donde la gente bailara, donde pondrán el escenario y algún camarero se hace el chulo moviendo contoneándose recordando el año pasado con las danzarinas árabes que bailaban la danza del vientre.
En realidad así no se puede trabajar. No se quejan. Les aviso que están mal y no quieren dar su brazo a torcer, siguen queriendo vivir bien. Esto no es un país es un embole. Fui al banco, no hice cola, no me maltrato el cajero, y para colmo me informo sin cara de culo sobre un error mío de dirigirme a la caja. Antes de entrar al banco y parado en la senda peatonal una señora joven me pedía que cruzara primero y que no movería su carro hasta que yo no pasara por la senda. Todo pensado en los discapacitados y en los niños. En él los departamentos de alquiler que paro renegaba por minutos por poner la llave cuando dos alemanitas sonriendo me indican que es más abajo la cerradura que debo usar. Claro, están a la altura de un niño o un enano, como las llaves de luz y los picaportes. Las calles y los edificios tienen rampas, en fin, tampoco me voy a ir en elogios. Alguna falla tendrán, pero este puto empeño de vivir sin quejarse. Ah sí, oí a la chica del Estanco quejarse que la distribución de los cigarrillos era monopólica en el país, eso sí, había cigarrillos que ocupaban la pared de adelante y la de atrás.
No hace un día que he llegado, le traigo las buenas nuevas de cómo salir de la crisis, y no entienden. Algunos, y eso es lo que me llega a revolver el estómago, tiene proyectos y modos y maneras de realizarlos. Lo peor es que algunos lo tienen hasta de largo plazo en cuanto a generar industria o empresas.
Ya les vendrán las revueltas sociales y la crisis económica, pero ya me abre ido y se habrán perdido la oportunidad.
Pero bue, así son mis ancestros. Ahora siendo casi las dos me voy por mi pan amb tomaquet y listo, hare turismo si no quieren oír, si siguen empecinadamente trabajando sin aceptar su destino apocalíptico.
2 comentarios:
un hallazgo sus crónicas de viajero y una pregunta a propósito, ¿se podrá pensar que es imposible transformar hoy la realidad sosteniendo —desde la mitad más uno de la torta del Poder— un ideario ficcional, liturgizado, trajinado despóticamente por la dirigencia durante llos últimos 40, 50, 60 años?
un hallazgo sus crónicas de viajero y una pregunta a propósito, ¿se podrá pensar que es imposible transformar hoy la realidad sosteniendo —desde la mitad más uno de la torta del Poder— un ideario ficcional, liturgizado, trajinado despóticamente por la dirigencia durante llos últimos 40, 50, 60 años?
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