LA MUERTE DE LAS FALSAS IDEOLOGIAS

NOS FALTABA UN SUEÑO

La noche se había convertido en un espacio donde entre Víctor Hugo, Maximiliano Montenegro, 6,7,8,  Duro de Domar y algún programa mas con entrevistas a algún diputado o funcionario K además del futbol para todos, no teníamos alternativas era o ellos o ir a la calle. Volvías de laburo y la única distracción era la cena y la patrona.  Debemos tener en cuenta esta situación a la alta incidencia de la tasa de natalidad en los próximos años, como el aumento del uso de internet y a que los chicos estén en la calle. Porque hicieron la televisión insoportable, con Carlotto, con Hebe, con Gullo, con Rossi, con Boudou, con Tomada, con de Petris, Filmus, Artemio, el insoportable Braga Menendez, con Aníbal, con cualquier cosa que ande dando vuelta por ahí, inclusive Feletti, explicando que andamos de puta madre y que el resto de los argentinos o  somos unos boludos o tenemos diversidad de criterios para ver la realidad.

Pero llego Tinelli, 40 por ciento de Rating y anda a cagar. Lo nacional y popular, mas allá de los negocios que haga Tinelli, que bien merecidos se los tiene, es cuando se va de arriba para abajo y de abajo para arriba. No cuando un gobierno le quiere  bajar línea la gente de cómo son las cosas. TInelli, en su interpretación cotidiana del pan y circo, respetuosamente, hace la vida de muchos más divertida y amena.

Yo no lo miro, ni me interesa esa visión de la realidad. Solo pongo de manifiesto el hartazgo de un grupo de la sociedad que no tolera más paka paka, canal encuentro con la sangrienta dictadura, mientras nos cagan el salario como si  eso fuera gratis, las historias de los héroes que asolaron a una sociedad democrática.  La existencia de buenos y malos en una época donde unos son cucos y otros más buenos que la mierda, con el debido respeto de aquellos que sufrieron cárcel, muerte y desaparición. Darle maquina a una piba que considera que el padre biológico fue un represor y merece la cárcel como Mariana Falco la hija del apropiador de Cabandie.

En realidad, haciendo una evaluación VOLVIO TINELLI, podemos parar el bombardeo de la mente.