24 febrero 2011

EL LOPECITO SIGLO XXI

MIRANDONOS CARA A CARA

Ya a esta altura llamarlo periodista a Vertbisky se nos tiene que caer la cara de vergüenza. Si en realidad es por la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires, habría que reclamarle por las 23 provincias del país sobre todo lo que paso con Infran en su provincia con la muerte del integrante de la comunidad originaria cuyo representante ni siquiera fue recibido por un interlocutor de la rosada y Vertbisky no se hizo eco de nada limitándose a informar:
El CELS ya había denunciado al Estado argentino ante la CIDH por un hecho de represión policial contra otra comunidad toba de Formosa, que tuvo lugar el 16 y 17 de agosto de 2002. En aquella ocasión, más de 100 policías ingresaron violentamente a la colonia de Nam Qom, destrozaron las viviendas y realizaron detenciones masivas e indiscriminadas que incluyeron a mujeres y niños, quienes luego fueron torturados.
A lo largo del último año distintas instancias de protección internacional de derechos humanos denunciaron una práctica persistente en Argentina de intimidación, represión y criminalización de comunidades indígenas y realizaron múltiples recomendaciones al Estado. En particular, el 4 de marzo de 2010, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) instó al Estado argentino a adoptar las medidas necesarias para evitar que las comunidades indígenas sean desalojadas, reprimidas o amenazadas y expresamente intimó a “que tome las medidas necesarias y efectivas para asegurar que la legislación que prohíbe los desalojos forzosos se aplique por igual en todo el territorio nacional”.

No vimos a los mismos integrantes de los organizaciones de derechos humanos ir a verlo a gobernador de Formosa a pedirle al Renuncia de Jefe de Seguridad y pedirle que un Civil estuviera a cargo de la policía.
Quizás sea la falta de información mía o la poca trascendencia que se le dio a la muerte de esta persona en esta provincia tan alejada del centro urbano. Pero lo que si queda claro que a Scioli le pide que saque a Casal porque se opone a dar su brazo a torcer en la pulseada con Nílda Garre. La pulseada con Nílda Garre, no tiene como resultado el desarrollo de una política de seguridad ciudadana, sino la sumisión al poder de Cristina y al designio político reelecionario de sus adláteres. Scioli, y no es de mi incumbencia, hace bien en no resignar lo que es de su competencia. Admitir intromisiones externas a su poder es resignar poder y pasar a ser títere de este infierno de ideas caóticas de horizontalidad del poder. Distingamos la horizontalidad democrática del poder a la horizontalidad del kirchnerismo donde cada uno hace lo que quiere. No es lo mismo D´Elia, que Pérsico, que Kunkel, que Sabatella, que los Intendentes del Cono Urbano, que La Campora, que la CGT, que el Partido Presidido por Moyano, que los bloques en la Pcia. y que las ambiciones de algunos punteros como el Chino Navarro y el Intendente Pereyra y así la larga lista de pretensiones donde todos son vedettes.
Vertbisky para mí el Lopecito de Cristina, ha dejado de ser un periodista para ser el ideólogo de la doctrina de aglutinamiento en la dispersión. Maneja y organiza el discurso de la militancia y hace sencillo la denuncia fácil con el sello de la verdad indubitable.
Algunos pueden creer que Vertbisky es periodista, defensor de los derechos humanos, hombre, pensador, escritor, puede ser tantas cosas, que en realidad es apenas el que silba el libreto detrás de Cristina. El lopecito siglo XXI



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