ASI, CUALQUIERA
Debemos suponer que el Juez Oyarbide como se ha dicho mil veces es un Juez que defiende a la Policía Federal, y que a su vez la Federal lo defiende a él. Este reciprocidad es la que le permitió a Aníbal Fernández protegerlo y acompañar sus fallos en tanto casos que involucraban al gobierno kierchnerista, como así también en el consejo de la Magistratura en que dicho Juez se hallara involucrado. Hoy con la designación de Garre en el Ministerio de Seguridad la Policía Federal, la que siempre defendió a Oyarbide está siendo diseccionada en la mesa de Morgani. Es evidente que también el juez fue más allá en sus fallos de los que cualquier funcionario kirchnerista o ex kirchnerista pudiera imaginar. No podemos ahora pensar que Capacciolli fue recaudador de la Campaña de Cristina Cobos por delegación de Alberto Fernández y Néstor con su natural obsesividad por los fondos estuviera al margen de todo. Que además no supieran nada. Ahora sí, que luego de casi cuatro años y la no aprobación de la rendición de fondos de campaña por la jueza Servini de Cubria, no es que le soltaran las manos a Capacciolli, sino que su gestión era indefendible. Su indefensión no era por los actos cometidos por el mismo, sino por el marco en que se actuaba, con las Obras Sociales y el sindicalismo, cosa que lo venía denunciando Ocaña y le costó al final que Cristina le soltara la mano y que Moyano ocupara todo el sector. ¿Podrá pensarse que un cambio de hombres, cambio el sistema? Es evidente, que muy a pesar de Ocaña y tal como lo repite, no. Pero no es por estar a favor de Ocaña que no me gusta ni por error su política, sino que el cambio de hombre era tapar como el gato las cagadas. Y despegar en ese momento a Alberto Fernández que era el más comprometido por sus vínculos con Capacciolli quien, aun le sigue siendo leal. Veremos que pasa después de este procesamiento.
En esta situación todos parecen que son Caperucita Roja y nadie distingue al lobo. Parece que un grupo de psicópatas aprovecho la campaña para lavar dinero. Pero en realidad el dinero que se lavo fue a la campaña, no fue a otra cosa. Por lo tanto no es un simple lavado de dinero para enriquecimiento patrimonial, es un lavado de fondos espurios de la administración pública para destinarlos a la política y que llevaron luego a la Presidenta a la Victoria. Esto es lo que debe llevarnos a la reflexión. Este caso es el que sabemos, este es el que se puede investigar y se conoce. Ahora que legitimidad tiene una presidencia que ha tenido un aporte de dinero en negro que le ha permitido un armado electoral por afuera de la Ley de Partidos Políticos. Esto es bueno tenerlo en cuenta cuando dicen a mí me voto el pueblo. ¿Qué pueblo? ¿Y bajo qué condiciones? Porque mas allá de objetar los resultados, se objeta la metodología. Esto surge en el momento donde sin reglamentación a la ley de partidos políticos y sin reglas claras hay un armado hacia unas presidenciales donde la Sra. Presidenta sabe su objetivo pero deja a los demás en la calle sobre cuál es el objetivo a buscar, aunque parezca que todo está claro: las elecciones presidenciales de Octubre. La legitimidad no es una construcción abstracta de una mayoría de piolas. Que lo tenga en cuenta, porque con su cubo mágico de la política se le van a piantar hasta los propios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario