LO LIBRE - LO PAGO
El error humano y el narcisismo en la libertad de expresion
Luigi Pirandello fue un dramaturgo italiano de los que no se pueden hallar en el teatro contemporáneo muchos. Puede que Sei Personaggi in Cerca d'Autore, de 1921(Seis personajes en busca de un autor) sea su titulo mas difundido. Premio Nobel italiano, fue entre las dos guerras mundiales cuando floreció y maduro su obra. Nacido el 28 de junio de 1867 en Agrigento, Sicilia, y estudió de Roma y Bonn. Fue profesor de literatura italiana del 1897 y 1921, hasta cuando se dedico solo a escribir. Las obras más sorprendentes de Pirandello, son las teatrales, cuyos protagonistas, profesores, propietarios de pensiones y curas, entre otros, suelen pertenecer a la clase media-baja. En estas obras se reflejan las ideas filosóficas del autor, como la existencia de un arraigado conflicto entre los instintos y la razón, que empuja a las personas a una vida llena de grotescas incoherencias; igualmente considera que las acciones concretas no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que lo son según el modo en que se les mire; y, por último, cree que un individuo no posee una personalidad definida, sino muchas, dependiendo de cómo es juzgado por los que entran en contacto con él. Sin fe en ninguno de los sistemas morales, políticos o religiosos establecidos, los personajes de este autor encuentran la realidad sólo por sí mismos y, al hacerlo, descubren que ellos mismos son fenómenos inestables e inexplicables. Pirandello expresó su profundo pesimismo y su pesar por la condición confusa y sufriente de la humanidad a través del humor. Sin embargo, éste es singularmente macabro y desconcertante. La sonrisa que despierta procede más bien de lo embarazoso, y a veces amargo, que resulta reconocer los aspectos absurdos de la existencia. Fue un importante innovador de la técnica escénica e, ignorando los cánones del realismo, prefirió usar libremente la fantasía con el fin de crear el efecto que deseaba. Ejerció una gran influencia al liberar al teatro contemporáneo de las desgastadas convenciones que lo regían, y preparar el camino al pesimismo existencialista de Anouilh y Sartre, así como a las comedias absurdas de Ionesco y Beckett, y al teatro en verso, de carácter religioso, de Eliot.(TOMADO DE INTERNET). El Premio Nobel de Literatura en 1934 y falleció dos años más tarde, el 10 de diciembre de 1936, en Roma. En 1894 se había casado con María Antonieta Portulano; de ella tuvo tres hijos. En aquel mismo año se encargó interinamente de la cátedra de Literatura italiana en la Escuela Normal de Roma. Pero luego hubo de atender al mantenimiento de su familia dando clases particulares y reanudando sus colaboraciones en los periódicos. Así nació, por entregas, otra de sus más famosas novelas: Il fu Mattia Pascal (El difunto Matías Pascal), 1904. La escribió mientras su mujer iba dando ya señales evidentes de la enajenación mental que acabó por obligar a P. a llevarla a una casa de salud. Aquella dolorosa experiencia familiar dejó honda huella en Pirandello.
Podemos hablar horas sobre el dramaturgo, pero hay una obra en especial que hasta hace poco represento en el teatro San Martin Alfredo Alcon que es Enrique IV. Mucho se critico a Pirandello su amor por una “loca” y que ella fuera de una familia pudiente. Lo cual le valiera grandes criticas morales. Enamoradísimo de su mujer “loca” y madre de sus tres hijos escribe la obra de teatro. En la misma se muestra a un Aristócrata del siglo pasado, vestido de Enrique IV de Germania para una fiesta de Carnaval que sufre un accidente y se despierta convencido de que es ese personaje. Y actúa conforme a él. El toque manifiesto de la obra es que al volver a su conciencia real sigue actuando así, el entorno para no contradecirlo empieza a actuar en sintonía con lo que supone el delirio del enfermo. Por lo que establecer en la obra dramática la delgada línea entre al loco enfermo y lo normal sano, parece una aventura imposible de determinar. Luego de toda esta larga perorata, luego de esta terrible referencia a alguien un poco más capacitado que yo para hablar de cuáles son los límites entre lo sano y lo enfermo, el genio y la locura o simplemente la libertad de expresión o la libertad de empresa de expresión. Es que me paro a reflexionar en este punto. Ya que mi amigo el encuestador cita en un hipervínculo un trabajo de un Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, Redactor y productor de Televisión que en un blog hace un post con una sensible critica a los medios. En realidad, pudiendo o no estar de acuerdo. La instrumentación de una oficina de medios al efecto, existiendo de por si un sistema judicial armado, es suficiente. Si no le alcanza, que vayan modificando las leyes. No creando entes burocráticos sin modificar la legislación de fondo. Porque será muy difícil luego saber a quién cercenaran por libertad de expresión y a quien por campaña política paga. Esa delgada línea no será vista nunca, o tirada abajo por los D´Elias de turno.
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