CARETAS. PARTE DE LA PROTESTA DE AYER EN PUERTO MADERO: 300 MANIFESTANTES VIGILADOS POR LA PREFECTURA.
El Gobierno no tiene pensado intervenir frente a la última ocurrencia de los asambleístas de Gualeguaychú, que pusieron en funcionamiento un sistema de control fronterizo por encima de la Gendarmería Nacional, e implementaron "tarjetas vecinales" para decidir quién pasa y quién no por el bloqueo instalado en la ruta 136.En el Gobierno no vacilan en calificar con dureza la insólita medida implementada por los ambientalistas, pero al mismo tiempo procuran que la relación no sea más tensa con el grupo de manifestantes que cortan el paso al Uruguay desde hace más de catorce meses en protesta por la instalación de la pastera finesa Botnia en Fray Bentos, Uruguay.La decisión de no tomar medidas, según fuentes gubernamentales, es lo que ha motivado el silencio oficial sobre el tema, desde que Clarín reveló el miércoles la existencia de los insólitos "pases" para sortear el piquete.Este diario consultó ayer a la Jefatura de Gabinete, los Ministerios del Interior -del que depende Migraciones- y de Justicia y Seguridad -responsable de la Gendarmería- pero no obtuvo ninguna respuesta o comentario sobre el asunto.Tampoco se conocieron pronunciamientos del gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, ni tampoco hubo noticias de que hubiese actuado la Justicia provincial frente al hecho, cuanto menos curioso, de que exista un doble control fronterizo en el acceso al puente internacional. Las barreras de control de los asambleístas están instaladas en el paraje Arroyo Verde, unos diez kilómetros antes del puente internacional. De modo que primero fiscalizan el paso los ambientalistas, y luego lo hacen las autoridades nacionales de Migraciones y Gendarmería. En Gualeguaychú ya se escucharon las primeras quejas por actos de arbitrariedad de parte de quienes detentan el poder de habilitar el paso a los viajeros.De esta manera, el único límite claro que estableció el Gobierno ante las protestas es la zona del puerto de Buenos Aires donde opera la empresa Buquebus, y donde ayer 200 hombres de la Prefectura volvieron a formar un cordón humano para evitar que los manifestantes entorpecieran la salida de los buques.En este contexto, la semana próxima la presidenta Cristina Kirchner tendrá su primer encuentro con asambleístas, serán todas mujeres, que llegarán a la Casa Rosada con la expectativa de que Cristina les ratifique el carácter de "causa nacional" con que su esposo definió el conflicto por las pasteras en un multitudinario acto en Gualeguaychú en 2006.Mientras el canciller uruguayo Reinaldo Gargano dijo estar "horrorizado" por el nuevo giro del conflicto, los asambleístas defendieron su derecho a emitir los carnets plastificados que, según afirman, permiten "optimizar el corte y evitar demoras y preguntas" a quienes se les franquea el paso porque deben ir a trabajar, al médico o a visitar a familiares.De todos modos, los asambleístas restaron importancia a las tarjetas y destacaron los problemas que tuvo la planta de Botnia. La empresa admitió un derrame de pasta de celulosa ocurrido el martes, aunque aseguró que fue "pequeño" y que no afectó las aguas del río Uruguay. Frente a los cuestionamientos a su supuesta permisividad el Gobierno reiteró su posición contraria a reprimir el accionar de los asambleístas. Espera, en cambio, el fallo del Tribunal internacional de La Haya y que sea acatado por los asambleístas, cualquiera sea la decisión.Los manifestantes ya anticiparon que el objetivo final de su protesta es que Botnia abandone Uruguay.
FUENTE CLARIN
ESTO ES TAN EXTRAÑO COMO EL CASINO FLOTANTE DE PUERTO MADERO, LA POLICIA FEDERAL NO REPRIME, PERO LA PERFECTURA, A METRITOS, NO MAS, LOS CAGA A PALOS. COMO SI TUVIERAN OTRA CONDUCCION POLITICA.
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