La desgastante carrera de Obama e Hilary
Los racistas parecen ser los afroamericanos, los latinos y los blancos progresistas, que están en el partido demócrata. Cuando uno escucha los reportajes y los comentarios de las grandes cadenas ve que es tan puntual la referencia a cada uno de los candidatos que parece que se pensaran como comunidades estancas. Los republicanos no tienen que hacerlo, aun sean del Ku Kux Klan. Es interesante esta referencia, porque esta tan tensa la disputa entre los dos candidatos demócratas que desnuda a limite las diferencias que cada uno tiene entre sí, y también las preferencias de los electorados con pertenencia de origen, mas allá de las cruzas que existan por encima de los estados en los que a uno y a otro les sonría la victoria. La conclusión, que semejante batalla en esta inédita disputa demócrata por la candidatura, dejara al electorado tan polarizado que sea uno o el otro el ganador de la contienda de las primarias, no podrá expresar al universo del electorado demócrata del país del norte, haciéndole el campo orégano a los republicanos. Mc Cain en ese sentido la lleva más liviana. Todos sabemos que un cambio de partido político no significara realmente un cambio diametral en la política del Estados Unidos. Pero solo quería reflexionar sobre como la lucha en el partido demócrata pone al límite al partido, expone las razones más intimas de sus diferencias. Uno solo las observa.
Los racistas parecen ser los afroamericanos, los latinos y los blancos progresistas, que están en el partido demócrata. Cuando uno escucha los reportajes y los comentarios de las grandes cadenas ve que es tan puntual la referencia a cada uno de los candidatos que parece que se pensaran como comunidades estancas. Los republicanos no tienen que hacerlo, aun sean del Ku Kux Klan. Es interesante esta referencia, porque esta tan tensa la disputa entre los dos candidatos demócratas que desnuda a limite las diferencias que cada uno tiene entre sí, y también las preferencias de los electorados con pertenencia de origen, mas allá de las cruzas que existan por encima de los estados en los que a uno y a otro les sonría la victoria. La conclusión, que semejante batalla en esta inédita disputa demócrata por la candidatura, dejara al electorado tan polarizado que sea uno o el otro el ganador de la contienda de las primarias, no podrá expresar al universo del electorado demócrata del país del norte, haciéndole el campo orégano a los republicanos. Mc Cain en ese sentido la lleva más liviana. Todos sabemos que un cambio de partido político no significara realmente un cambio diametral en la política del Estados Unidos. Pero solo quería reflexionar sobre como la lucha en el partido demócrata pone al límite al partido, expone las razones más intimas de sus diferencias. Uno solo las observa.
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