07 mayo 2012

EL ESPIRITU DE TATO


LA RISA QUE CALIFICA

La experiencia que ha hecho en el teatro de Revistas le sirvió al periodista Jorge Lanatta estar más cerca de un Tato Bores del siglo XXI que de un programa periodístico, tal cual él nos enseño que debían ser.
Si bien Lanatta tiene esa veta caricaturesca podemos casi afirmar que ciertas modalidades que le impone a la impronta de su gestión el gobierno, son hilarantes, aun a desmedro de las consecuencias para el país, su pueblo y la economía.

Las situaciones de Antonini Wilson, el Hospital Francés con el Tuta, las andanzas de Jaime, como las de Boudou son realmente, Moreno descubriendo el amplio mundo de Angola, entre otras tantas cosas, parte de la hipocresía oficial.
La ausencia de todo pensamiento critico y la construcción de lo que se denomina (como un estilo de época) “el relato” hacen este tipo de ratio se exprese por la ironía y la reducción al absurdo.
Tato Bores tenia una forma de decir directas las cosas en un marco críptico que decodificado eran verdades de a puño.
Lanatta entre tanta sonrisa debe aclarar que la situación es penosa y dramática, que la risa consiste en el análisis de la argumentación por parte del oficialismo.
No vamos a considerar aquí las desviaciones del relato. Más bien, entender que la ironía es el recurso del pensamiento que no tiene interlocutor cuando el otro se para en el error reiterado. Mucho mas, cuando  tanto reiterar, aparece un método y ese método tiene como fin ocultar la verdad, es decir, es mentiroso.


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