20 marzo 2011

HABLAN PORQUE LES PAGAN

Y FALSEAN LA HISTORIA PORQUE LES PAGAN



Miro con absoluta tristeza que se arrogue Tiempo Argentino ser una tribuna del pensamiento nacional por difundir un collage de ideas donde se mezcla la biblia y el calefón. Mariotto, en su intento de defenestrar el pensamiento nacional vivo dice la HISTORIA ES DE LOS QUE LA ESCRIBEN, como si el hecho de escribir hiciera verdad los acontecimientos que se narran. Bien podría ser cierto entonces lo que dice Vargas Llosa de los Kirchner, o puede ser una falsificación de ellos la resistencia peronista posterior al 55 mirada con los ojos del socialismo setentista. Jamas se les ocurrió leer la Comunidad Organizada de Perón y si la leen correrían espantados de las definiciones que el general Peron hace en ese escrito y mucho menos el legado que deja con el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, que realmente los avergonzaría si lo editaran textualmente y trataran de explicárselo a sus seguidores y compatibilizarlos con sus ideas relfejadas en su ideología ecléctica progresista.
El pensamiento nacional en primera medida, se oponía tanto a la izquierda como a la derecha. Por lo tanto surgia a la luz de política como una tercera posición. La dialéctica era superada en lo concreto por una alianza de clases que Peron puso en marcha con su forma de conducción política. La ley de Convenciones Colectivas de Trabajo es un ejemplo. La creación del Aguinaldo otro, respecto de la interpretación del tiempo que trabaja el obrero en relación al año en cuanto disposición de su vida en la empresa. El voto femenino como inclusión de la mujer en la vida política. Hay muchos mas ejemplos que podrían venir al caso, pero hacen pie en un humanismo cristiano, que tiene base en un orden social basado en un nucleo que es la familia, la sociedad y el estado, estas cosas tienen un carácter permanente y son sometidas a un rito de modernidad polivalente, como si el deterioro de la sociedad fuera consecuencia de las experiencias sociales cíclicas y modismos, sin atender a la substancia que da continuidad a la sociedad nacional en el tiempo. Eso es lo que llamamos Nación y la que esta integrada por un pueblo. A esto, que la educación abandono luego de proyecto sarmientino sin ningún proyecto de país hacia el futuro, no lo ha tomado a Peron desprevenido. El tenia en su mente una idea de país, y una idea del devenir de la historia que nos la enseñaba en vida. Hoy lo llamámos GLobalizacion, el le decía Continetalismo, y repetía que en ese continentalismo las fronteras serian líneas de puntos puestas en la mente de cada uno de los hombres que habitan esos estados. Hoy que hablan de soberanía, por un avión con cuatro cañones de fusil y medicamentos vencidos, y un país sin destino, habría que preguntarle a Mariotto si esta dispuesto a rendirle culto a aquellos que lejos de los medios monopolicos y lejos de los nombres que cito como ejemplificadores, como Jauretche, Cooke, el Colorado Ramos, o quien sea, están dispuestos a publicar a Peron, en sus libros como LA COMUNDAD ORGANIZADA:
MARIOTTO PUBLIQUE ESTO:
SUPERACIÓN DE LA LUCHA DE CLASES POR LA COLABORACIÓN SOCIAL Y LA DIGNIFICACIÓN HUMANA 
La lucha de clases no puede ser considerada hoy en ese aspecto que ensombrece toda esperanza de fraternidad humana. En el mundo, sin llegar a soluciones de violencia, gana terreno la persuasión de que la colaboración social y la significación de la humanidad constituyen hechos, no tanto deseables cuanto inexorables. La llamada lucha de clases, como tal, se encuentra en trance de superación. Esto en parte era un hecho presumible. La situación de lucha es inestable, vive de su propio calor, consumiéndose hasta obtener una decisión. Las llamadas clases dirigentes de épocas anteriores no podían sustraerse al hecho poco dudoso de sus crisis. La humanidad tenía que evolucionar forzosamente hacia nuevas convenciones vitales y lo ha hecho. La subsistencia de móviles de violenta inducción ofrece el espectáculo de un avance hacia la descomposición por el desgaste o hacia la adopción de fórmulas estériles. La aspiración de progreso social ni tiene que ver con su bulliciosa explotación proselitista, ni puede producirse rebajando o envileciendo los tipos humanos. La humanidad necesita fe en sus destinos y acción, y posee la clarividencia suficiente para entrever que el tránsito del yo al nosotros, no se opera meteóricamente como un exterminio de las individualidades, sino como una reafirmación de éstas en su función colectiva. El fenómeno, así, es ordenado y lo sitúa en el tiempo una evolución necesaria que tiene más fisonomía de Edad que de Motín. La confirmación hegeliana del yo en la humanidad es, a este respecto, de una aplastante evidencia.

 MARIOTTO TENGA UN POCO DE PELOTAS Y PUBLIQUE ESTO:


1-      Ideología y Doctrina Nacional

     Nuestra Patria necesita imperiosamente una ideología creativa que marque con claridad el rumbo a seguir y una doctrina que sistematice los principios fundamentales de esa ideología.
    Para ello debemos tener en cuenta que la conformación ideológica de un país proviene de la adopción de una ideología foránea o de su propia creación.  Con respecto a la importación de ideologías –directamente o adecuándolas- se alimenta un vicio de origen y es insuficiente para satisfacer las necesidades espirituales de nuestro Pueblo y del país como unidad jurídicamente constituida.
    El mundo nos ha ofrecido dos posibilidades extremas: el capitalismo y el comunismo. 
    Interpreto que ambas carecen de los valores sustanciales que permiten concebirlas como únicas alternativas histórico-políticas. Paralelamente, la concepción cristiana presenta otra posibilidad, pero sin una versión política, suficiente para el ejercicio efectivo del gobierno.
    Los argentinos tenemos una larga trayectoria en esto de importar ideologías, ya sea en forma total y parcial. Es contra esta actitud que ha debido enfrentarse permanentemente nuestra conciencia. Las bases fértiles para la concepción de una ideología nacional coherente con nuestro espíritu argentino, han surgido del mismo seno de nuestra Patria.
   El Pueblo, fuente de permanente creación y autoperfeccionamiento, estaba preparado hace treinta años para conformar una ideología nacional, social y cristiana.
   Sin embargo, no fuimos comprendidos cuando, respondiendo a esa particular exigencia histórica, propugnamos la justicia social como inmanente al ser nacional, a pesar de que la justicia social está en la base de la doctrina cristiana que surgió en el mundo hace 2000 años.
   Al calor de intereses políticos y económicos se originaron numerosos equívocos –como la identificación de la democracia con el liberalismo- promoviendo confusiones ideológicas que, en su momento, configuraron el marco necesario para el mantenimiento de intereses imperialistas.
   No obstante, esa ideología intrínsecamente argentina, y la consecuente doctrina, crecieron en la conciencia del Pueblo. El Modelo Argentino no quiere ser otra cosa que la expresión representativa de y la síntesis prospectiva de una ideología y una doctrina nacionales.

   La creación ha nacido del Pueblo y el ciudadano que ofrece hoy el presente conjunto de ideas, valores y objetivos concretados bajo en nombre de Modelo Argentino, tal vez no tenga otra virtud que la de haber querido o interpretado la voluntad de ese Pueblo.
   Es por eso que este Modelo no es una construcción intelectual surgida de minorías, sino una sistematización orgánica de ideas básicas desarrolladas a lo largo de treinta años. Ahora es posible ofrecer este Modelo al país, después de que la representación popular ha sido reimplantada.
   Si el Modelo Argentino encarna la voluntad de nuestro Pueblo, será autentico. Si es auténtico, será útil a la Patria. Y si es útil, cumplirá con su propósito histórico.
ELPROYECTO NACIONAL ESCRITO ANTES DE MORIR POR PERON Y EL MISMO

MARIOTTO USTED ES UN POBRE TIPO.





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