23 marzo 2011

LA PLATA REBELDE


LOS LIMITES DEL ODIO



Carlos Kunkel de FAEP reconocido Militante setentista y sin dudas uno de los más representativos de aquella época de violencia y muerte, siempre odio a la burocracia sindical y no me caben dudas. Pero a diferencia de sus compañeros de ruta, siempre quiso quedarse con las estructuras de Perón. Siempre le intereso la CGTRA, en ningún caso le intereso la CTA u otras organizaciones libres del pueblo que no fueran las que su odio a Perón le indicaran. Su acercamiento a Moyano, prescinde del pasado de Moyano y de su origen. De las divergencias que en el origen de su militancia ha tenido Kunkel con la gente que se había acercado a Rucci. Y sobre todo con aquellos que estaban en Mar del Plata. Eso Kunkel lo sabe aunque no hable para nada. En un principio fue Cabandie el que se acerco de su mano a la mesa de la CGT. Pero Cabandie siente un odio visceral por todo eso, no entiende la ventaja táctica de copar las estructuras de Perón y su destino histórico que Kunkel sostiene desde su temprana militancia y que lo lleva desde el odio en el principio de su vida racional. Su persecución a Graciela Camaño no es más que una estrategia de víctima, aprendida a conseguir sacar al otro a partir de una calma descalificadora en el discurso propio. Felipe sola que entendía de eso, pudo aguantar todas las puteadas del mundo sin hacer mella a sus insultos. Kunkel ahora está con Moyano, él, el que le dio plafón a Kirchner de una estadía gloriosa en La Plata que sabe que no fue así. Él lo sabe bien. Y también lo sabemos bien los que nuestros padres y familias quedaron presos en la toma del regimiento siete de infanteria,  y sus jefes fusilados en ese intento revolucionario que quebró una generación, los que pasamos por la Universidad de 7 y 48 y Franja Morada era solo Fredi Storani, los vijejos  que también fueron presos por el plan CONINTES cuando éramos nosotros unos adolescentes y gobernaba Frondizi. Esos pibes nos dimos el  lujo de ver un peronismo leal y autentico. Un peronismo de héroes, muertos y ljunto a Perón. Que no se querían robar en ningún caso un sello de goma para probarse la pilcha de los muertos. Ahora a Kunkel algún día le pesara el moyanismo aunque hable de una Cristina reelecta. Es muy difícil vivir con un pie en cada bote sin caerse al agua.



No hay comentarios: