INTENCIONALIDAD POLITICA COMO CRIMEN DE LESA HUMANIDAD

ESTAN EN PEDO

El nuevo delito ideológico para Carta Abierta es la intencionalidad política. Habría que incorporarlo a código penal. Ya que solo tiene la estatura de ético y es cuando desde la carencia de argumentos se pretende impedir que el que tiene ideas diferentes exponga. Por lo tanto todo lo que diga tiene intencionalidad política. Como será la intencionalidad política no dejarlo hablar en la inauguración de la Feria del Libro. Pero es casualmente Forster y González dos intelectuales de Carta Abierta, dos personas a quienes se le debe juzgar la vanguardia del pensamiento progresista quienes aplican la censura previa al pensamiento que presuponen con intencionalidad política. Ya que el peruano escritor viene a denostar al gobierno argentino. Aquí se han dicho barbaridades de Uribe, que no es santo de mi devoción, pero no deben ser premios nobeles que lo dijeron. Cuando uno escucha hablar de la Iglesia de dicen barbaridades, inclusive del mismo Papa Benedicto XVI y no vi una puta línea de Carta Abierta diciendo que había en ello intencionalidad política. Mire y no es que plantee la reversa, sino que quiero hacer patente la idea de eludir cualquier debate que cuestione la esencia de la cagada que defienden como la base del modelo que los gobierna y nos gobierna. Hablan de la argentina como si fuera una argentina solo para ellos. No me consultan ni a vos,  a mí, ni a los organizadores, ni a nadie  si están de acuerdo en que Vargas Llosa inaugure la feria de Libro, solo ponen el grito en el cielo, y alertan a la gente de que de venir Vargas Llosa a ese evento puede enfurecer a algunas fieras. Ellos manejan la militancia y La Campora y pueden salir a hacer barullo. No quieren aceptar una sola crítica de nadie. No aceptan que les marquen un solo error, porque este es un año electoral y las encuestan mandan. No vaya a ser que el escritor peruano robe un voto con su INTENCIONALIDAD POLITICA. Pero estos intelectuales de una cosa estamos seguros no van a ganarse en la puta vida el premio nobel. Son la resaca de una inteligencia perpleja y autoritaria, para colmo.