23 noviembre 2011

DEL TRABAJO ESCLAVO A EL ESTADO ESCLAVISTA

¿PORQUE LE NIEGAN A LOS TRABAJADORES RURARLES EL AUMENTO EN PARITARIAS?

EL EX PRESIDENTE Y EL TITULAR DE LA UATRE, SOCIOS DE LA EMPRESA ENCARGADA DE FISCALIZAR AL AGRO

Trabajo esclavo: la trama que une a Duhalde, Venegas y la Mesa de Enlace

Publicado el 6 de Febrero de 2011
El sindicato de peones rurales y la patronal agropecuaria delegaron el control de las condiciones laborales en el campo en una firma privada, propiedad de dos viejos socios del líder del PJ Federal y su esposa en una finca.

Qué puede ofertar un peón que no sean sus pobrezas, a veces me entra tristeza, otras veces rebelión.” La poesía de Atahualpa Yupanqui resuena moderna detrás de los desiertos verdes. El patrón ya no es patrón, ahora se llama “pool de siembra”. Ya quedan pocas vacas y, en su lugar, crecen sin descanso las monedas de a dólar escondidas detrás de cada poroto de soja. Las imágenes de las últimas semanas parecen hacer olvidar esa “rebelión” de la que hablaba el poeta. Trabajadores rurales durmiendo en rústicas construcciones de chapa que envidian a la peor villa miseria del país. Niños de ocho años levantando –semidesnudos– banderas que indican los límites de los campos rociados por agrotóxicos desde avionetas. Ignorando las penurias, las camionetas 4x4 duermen estacionadas en lujosos garages de los complejos habitacionales construidos al calor del “boom inmobiliario” financiado por el monocultivo. Y los grupos de poder que se apropiaron de “el campo”: las multinacionales, los fabricantes de maquinaria agrícola, los “capos “ de la Mesa de Enlace, el jefe de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), Gerónimo “Momo” Venegas, y el ex presidente y candidato del Peronismo Disidente, Eduardo Duhalde. Socios. Cómplices. Sonrientes. Disfrazados con motivos gauchescos. Brindando, en 2008, con champagne frente al Monumento a los Españoles, mientras unos 900 mil trabajadores rurales viven en condiciones de esclavitud tranqueras adentro. Según reveló la revista Veintitres esta semana, el Ministerio de Trabajo estima que los empresarios agropecuarios no registran a dos de cada tres peones que contratan. “Argentina, Argentina”, vitoreaban mientras el vicepresidente, Julio Cobos, desempataba con su famoso “voto no positivo”.
Los negocios entre Duhalde, los empresarios de la Mesa de Enlace y el jefe del sindicato que debería defender a los peones rurales tienen nombre: Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE). En el organismo, los dueños de la tierra están obligados a inscribir a sus empleados. Por su parte, el RENATRE debería entregar la Libreta del Trabajador Rural y fiscalizar el cumplimiento de la ley. Pero en el campo, el zorro cuida a las gallinas: Venegas es el presidente y a su lado están sentados los representantes de las cámaras patronales. En su afán privatizador, el RENATRE contrató los servicios de una empresa privada llamada Gregard para realizar las inspecciones y la fiscalización de los campos. La revista Veintitres descubrió que las oficinas de la sociedad anónima nacida en 1997 están en Reconquista 630, la misma dirección de la UATRE. Hasta aquí podría tratarse de un negocio más del dirigente que pidió el fin de los juicios contra los represores de la dictadura “para contruir la Argentina que todos merecemos”, y que justificó el trabajo ilegal en los campos sojeros y establecimientos avícolas con un argumento por demás débil: “El trabajador con cuatro o cinco hijos le pide a su patrón que lo tome en negro.”
Como en una mala película estadounidense, el guión es previsible: la presidenta de Gregard, Elba Araceli de Robles, y su vice, Leonardo Lavanda, remplazaron a Eduardo Duhalde y a su esposa Hilda “Chiche” González en el directorio de Finca Las Casuarinas SA, la empresa encargada de gestionar la lujosa quinta de San Vicente que funciona como centro operativo del duhaldismo.
Los negocios no terminan en Gregard. Además del explícito apoyo de Venegas a Duhalde, otras tres empresas vinculan al jefe del PJ Disidente con el sindicalista socio de la patronal. Bungard SA es la encargada de realizar las auditorías médicas de la obra social de la UATRE. Pero las casualidades no existen: Miriam Ethel García integra el directorio de la firma que autoriza la compra de medicamentos en la OSPRERA y es socia de De Robles (la presidenta de Gregard): juntas fundaron en 2001 la inmobiliaria ROMITEL SA. Ese mismo año, en Necochea crearon Vieja Guardia SA, una compañía para la fabricación de productos a base de miel. En la ciudad bonaerense, Venegas dio sus primeros pasos como estibador, gremialista y dirigente político y hoy encabeza el PJ local.
La historia de la UATRE es de lucha. Al menos, lo era. Sus antecedentes datan de las primeras luchas obreras de los trabajadores rurales de Pergamino en 1901. En 1944, el peronismo sancionó el Estatuto del Peón de Campo para terminar con el trabajo esclavo en el campo y sentó las bases del sindicato nacional. “Qué puede ofertar un peón que no sean sus pobrezas”, escribió Atahualpa Yupanqui. El “momo” sabe de eso.

EL ESTADO AHORA ES ESCLAVISTA Y VERTBISKY SE CALLA LA BOCA

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