15 noviembre 2011

BUSCANDO UN CELESTINO RODRIGO EN LA CAMPORA

NO VA MAS

Para los que vivimos la política de José Gelbard, cuyo paralelismo y presión de los setentistas era similar a la que ejerce y conoce Moreno como única vía. Quiero contar la historia de lo que es precios fijos tomando como rentabilidad de empresa un margen de utilidad sobre el precio ponderado, del costo de un objeto producido en la fábrica. Es decir. Por ejemplo decirle a una automotriz su margen de rentabilidad no puede ser mayor al 35% del valor de producción del vehículo.
Pero vamos a los datos. El Peugeot 504 era por aquel entonces y en la producción del país el coche insignia de alta gama. Al Peugeot 504 que duro tanto tiempo siendo fabricado en el país hasta como taxi y eternamente reestilizado, cuando apareció en el mercado local, arrasó con el gusto de los consumidores argentinos. Cuando asume el camporismo y aplicada la política de precios máximos, los autos cayeron en la volteada. Por lo que un Peugeot 504 pasó a tener un precio máximo. A Partir de ahí la compra de un auto de esa magnitud paso a ser hilarante contado con el tiempo y desesperante contado en tiempo real.
Supongamos que el precio máximo era 1000 pesos. Uno iba a la concesionaria con 1000 pesos y pedía un Peugeot 504 en la certeza de que la fábrica le entregaría el auto. Pero la cosa se empezaba a complicar. Las ruedas, por ejemplo eran un adicional. Las butacas eran un adicional, el parabrisas era un adicional. Por lo que sumado el coche puesto en la calle, listo para rodar y con papeles daba que el valor del coche que era 1000 daba 2000. Y así se cumplía con la pauta del gobierno.
También existía la posibilidad que Ud. viniera con un camión de mudanzas y por 1000 pesos se llevara una carrocería con motor. Cosa que obviamente si Ud. la armaba carecía de la garantía de fábrica.
No solo esto paso con los autos. Paso con casi todos los productos de fabricación nacional, todo paso a ser adicional, pero los adicionales eran lo suficientemente estratégicos como para que el bien a comprar funcione.
Esto viene a cuento, porque nos llama la atención que la historia no nos deje ni la huella en la mente de lo que es la especulación y que ciertos métodos como los que aplica Moreno, son viejos, y que detrás de la defensa del consumidor terminan generando lo que vino después, el Rodrigazo. Podemos todos putear a Celestino Rodrigo por hacer una devaluación pero la cagada estaba hecha de antes con la contención de precios. Rodrigo fue la persona que como ministro de economía vino a pasar negro sobre blanco.
Hoy en algunos sectores de la economía, algunos que aprendieron o leyeron lo que fue la historia argentina se refugian en el dólar, otros tocan la mandolina de los que no saben y repiten la misma nota.
Sea como sea en algún momento, el subsidio o estancamiento de precios habrá que pasarlo en negro sobre blanco. Con la bravuconada de Moreno o sin ella. Le guste o no le guste. La patria lo demande o no. No es cuestión de honores y sacrificios, es cuestión de que haya fondos para solventar los gastos. Así de fácil.



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