El peronismo no es clasista, es ideológicamente un defensor
de la alianza de clases para evitar las polarizaciones que terminen en los dos
extremos de una misma pinza. A la ingeniería de la derecha, se le contrapone la
revolución discursiva de la izquierda. A esta dialéctica inútil y fácil para el
pensamiento marxista, tal cual Feinman da como la simiente del peronismo, hace
visible que ni por mas que al peronismo lo pongan como brazo político de la
seguridad nacional es que no entienden su doctrina. A la dictadura del
proletariado como fin de la historia y a la libertad de comercio como derrame
de justicia social, el peronismo enfrenta a estos discursos agobiantes con la
Comunidad Organizada y El Proyecto Nacional que nos dejo el Gral. Perón. Hoy ya
no hacen falta Gorilas y Nacionales y Populares, solo hacen falta hombres que
respeten al hombre en el marco de la Comunidad Organizada.
25 septiembre 2012
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