LO QUE LOS ANTIMOYANISTAS CALLAN
Un viejo dirigente de un Sindicato y a la vez presidente de
una Obra Social, recordó la similitud del proyecto de Korenfeld con el de
Capaccioli, el cuestionado recaudador, que ocupara el mismo cargo que la
funcionaria citada, mezclado en la falsificación de medicamentos,
troqueles y cheques de campaña en la elección
de Cristina en el 2007, cosa que se hacen bastante los boludos, en este momento
en que es sometido a juicio el triple crimen de Gral. Rodríguez donde los
brazos ejecutores no parecen ser los autores ideológicos.
En aquel momento Capaccioli proponía a las Obras Sociales un
APE más eficaz, donde se podía hacer un trámite simple con la entrega del
medicamento en forma directa por la Superintendencia y sin la participación de
las Obras Sociales.
Capaccioli tenía en danza el tema de la compra y administración
por parte exclusiva de su entorno de esos fondos.
Debemos considerar, que desde que la ley 18.610 que los
gremios participacionistas le sacaron a Ongania existió un fondo de distribución
que se integraba con el 10% del total de aportes y contribuciones y que servirían
para cubrir los desequilibrios que se pueden generar en las Obras Sociales por
sus gastos. En su momento y cuando las Obras Sociales dedicaban una parte a
Turismo se puede recordar aportes para la compra de unidades hoteleras a
algunos gremios o la construcción de predios deportivos como los de Luz y
Fuerza. También es importante recordar que en algunas organizaciones los
interventores militares destruyeron toda esta infraestructura y mal vendieron.
Esta referencia histórica es para que se sepa que estos fondos son
convencionales, es decir el espíritu de la Ley vigente conserva ese espíritu fundacional
que para tener una Obra Social Sindical hay que ser signatario de un Convenio
Colectivo de Trabajo homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en ningún
caso es una concesión gratuita de fondos del estado y por consiguiente, la administración
de esos recursos por parte del estado harían creer que es el mismo gobierno el
que subsidia a las Obras Sociales, cuando es el mismo sistema el que las
financia y son sus mismos fondos generados los que dan posibilidad a esos
mecanismos. La retención la demora en los pagos, por el contrario, parecerían dar
la razón a Moyano cuando dice que se quedan con los fondos de los medicamentos
de HIV-SIDA, se quedan con los fondos de personas discapacitadas, etc……” pero
no supongamos que lo hacen deliberadamente, es entonces que se quedan con ellos
por la mera retención de un flujo que es dinámico en cuanto el requerimiento de
la necesidad y oportunidad de tenerlos para abonar las prestaciones.
El anuncio y la simplificación es una ayuda que le darán a
las Obras Sociales por parte del Estado manejando los fondos que tendrían que
ser manejados por las Obras Sociales. Una ayuda trunca y vana, porque en
realidad estarán manejando discrecionalmente a cual Obra Social se le
facilitaran las cosas y cuales no, o en suma cuales serán las que deban
desaparecer con solo ahogarle el flujo de fondos del APE.
Realmente mientras se agoten estas maravillas de la ingeniería
política, habrá miles de gente enferma que dejara de recibir oportunamente las
prestaciones.
Verdaderamente son sacrílegos.
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