¿PORQUE KIRCHNER PODRIA ESTAR CONTENTO CON LA DERROTA DE COBOS EN LA INTERNA DE BUENOS AIRES?

CUANDO EN REALIDAD SE FUERON MOREAU, STORANI Y LA ESCLEROSIS DEL PARTIDO

La interna radical en la provincia de Buenas Aires ha tenido bastantes aristas como para sacar una conclusión definitiva. El gobierno lo sabe, aunque no se le va a negar el triunfo a Ricardo Alfonsín. Lo que estaba en cuestión eran las autoridades partidarias. Lo que se pretendía desalojar del partido era a Freddy Storani, a Leopoldo Moreau y a la influencia del Coti Nosiglia que apoyo el andamiaje de la Vieja Guardia de la Franja Morada 27 años después de su albor, ya no son jóvenes brillantes, ya son viejos cabrones y fomentaron con su intolerancia la diáspora del partido. Ricardo Alfonsín, en su discurso traía la esperanza de agrupar en la provincia, a un partido casi en extinción, a los radicales. Esto actuó como anticuerpo contra los anquilosados muchachos. Barrerlos fue una sensación de alivio para muchos correligionarios de cara al futuro. Ahora bien, a Ricardo Alfonsín le queda por cumplir la tarea de reunir al pan radicalismo que quedo en diáspora por culpa de esta gente. La gente de Cobos, no es anti alfonsinista, sino que en la Provincia se colgaron la pilcha de Cobos para sobrevivir en un paisaje nacional al que Cobos no podía menos que prenderse si es que tiene expectativas de ser uno de los candidatos presidenciales. En la historia reciente del Radicalismo desde Mediados del Siglo pasado, solo dos dirigente han tenido que han demostrado una visión, nos guste o no nos guste, más o menos de largo plazo. Frondizi y Alfonsín. Frondizi llego fracturado del aparato oficial y en acuerdo con el peronismo, con la Unión Cívica Radical Intransigente, opuesta a la Unión Cívica Radical del Pueblo que gobernaba el Chino Balbín y que tenía como anquilosado también al Radicalismo. Alfonsín con el movimiento de Renovación y Cambio hicieron un trabajo de años para vencer en la interna del partido. Los otros, Illia y De La Rúa, fueron muestras de la debilidad más absoluta aunque no se pueda poner en cuestión su honestidad o transparencia. Lo que si está claro, que lo novedoso de cara al 2011 es que jamás el radicalismo había dado dos débiles como opción de presidenciables. Realmente un bocado de Cardenal.