No hay mejores, ni peores, solo hay lo que está. También Europa en el fin del siglo XIX no era el paraíso. Convocados por Sarmiento llegaron dos oleadas inmigratorias de diferentes y remotos lugares del mundo. El tendido de vías del ferrocarril, iba distribuyendo las tierras y formaba las ciudades. Así cada comunidad formaba un nicho propio en estos asentamientos. Por lo general tenían sistema de ayuda mutual y así quedaron plasmados en Hospitales como el Francés, Italiano, Británico, Español quienes fueron los más requeridos por las demandas de la época. Nuestro país se abría prodigo a quienes querían iniciar una vida nueva, fértil y de climas diferentes fue poblándose poco a poco en su territorio. La pre y el fin de la 1ra Guerra Mundial trajo otras oleadas. La Guerra Civil Española, otra pero más bien por los que corrían por su ideología y la segunda guerra, albergo a mucha gente mas, inclusive a algún jerarca nazi cuyas capturas se dieron en forma posterior como Eichman y Priebke, de tan dolorosa memoria. Pero mas allá de los desaciertos de algunas políticas migratorias y un país que tenia concentrada la propiedad de la tierra la subdivisión de las tierras cuando se creaba un pueblo en el tendido de rieles fue dando chacras y pequeños campos a los inmigrantes los que trabajaron y dieron una visión diferente a su cultura productiva. La argentina mejoro su performance y a la vez mejoro la calidad de ellos. Teníamos enseñanza libre y gratuita. Lo que les permitía mandar a sus hijos a la escuela e inclusive a la universidad. Aquellos que somos hijos de los venidos de Europa sabemos que contando tres generaciones de los recién arribados, (que por lo general eran analfabetos o con instrucción mínima) salían camadas de hijos de la universidad. El país progreso también en política, Ácratas, socialistas, sindicalistas, y otras corrientes de organizaciones libres llegaron y se manifestaron en el marco de una Argentina de patrones, del voto cautivo, del caudillo dominante. A ellos se deben los inicios de las primeras e incipientes organizaciones obreras. Estos inmigrantes se agrupaban también en el sentido de ayuda mutua y solidaria, algunos con un rasgo de nacionalismo destacable, pero las generaciones posteriores mezclaron su sangre con criollos y entre sí, dando una estirpe latinoamericana apreciable.
Hoy vemos como de esa apertura progresista a la inmigración se nos da vuelta en contra y nos mira con ojos desconfiados de cara al futuro. Ud. me dirá que hay inmigrantes buenos y malos. Lo sé, como en todo. Nada existe en un estado puro. Pero las inmigraciones de los países de América del Sur son tan típicas que viven en contra de la integración al conjunto. ¿Segregación? ¿Autosegregacion por conveniencia? Es todo un dato a averiguar. Porque es posible que a un boliviano lo carguen en la calle. Lo que si sería interesante, es que dijera que o le reservaron banco en una escuela por ser boliviano, o que no lo atendieron en un hospital por ser boliviano, o que no lo dejan estudiar en una Universidad por ser boliviano, o que no le dejan ejercer el comercio o una actividad licita por ser boliviano, o peruano, o chileno o paraguayo. Por lo tanto, si la segregación viene de una persona que los descalifica con una broma xenófoba, es esa persona la que lo segrega, no es el país.
Las inmigraciones que han llegado a nuestro país, no tienen el espíritu de impulsar la patria con la que viene esta gente. Rápidamente aprende lo peor nuestro. Usurpa casas, roba, se dedica a la venta ambulante, no está en el empleo formal y requiere del hospital público. Pero a su vez reclama para sí los privilegios de un ciudadano que en su país no puede pedirlos.
La ciudad de Buenos Aires, no es la misma de hace años. La pobreza la puede medir el INDEC. La otra, no. Podemos ver la riqueza de la marginalidad o la pobreza del que se excluye del sistema.
Decida Ud. que es lo que quiere ver. La Ciudad de Buenos Aires, no es más la ciudad grande y cosmopolita. Con un leve sabor europeo. Podemos decir sin ningún lugar a dudas, que hay partes que la ciudad está tomada. Que algunas zonas de esa influencia son el terror para los transeúntes. Y que parece mentira que ya, en este esfuerzo generacional, ni los hijos de estos inmigrantes, que ya son argentinos, puedan ser integrados de una manera concreta a un país que los lleve de una pobreza originaria a un futuro mejor. El cambio del concepto de que la CALIDAD DE VIDA proviene del NIVEL DE VIDA, lleva a fracaso de toda sociedad urbana. En ella se asientan los inmigrantes que se sienten excluidos.
Otros no hacen las mismas cosas y prosperan de una manera absolutamente diferente.
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