PARA QUE NO SE LE ESCAPE LA TORTUGA A NADIE
Estamos ante un ataque nuevamente a lo que se denomina la caja sindical y todo el mundo se hace el pelotudo.
Una cosa es la gestión y el comportarse fuera de la ley y otra es la definición del sistema.
1) Los fondos del APE, tienen el carácter público por la ratificación de una Ley de la época de Alfonsín a partir de un concepto de la Dictadura Militar que permitía por ese sistema mayor control sobre los fondos provenientes de las convenciones colectivas de trabajo.
2) Los fondos que da el APE son el 10% por ciento de los aportes de los trabajadores incluidos en convenios colectivos de trabajo para financiar programas especiales. Tienen el carácter de público y son recaudados por la AFIP pero en ningún caso, son partidas que asigna el ejecutivo de sus recursos propios ajenos a los trabajadores.
3) Tener una Obra Social Sindical es consecuencia de ser signatario de un Convenio Colectivo de Trabajo. En la época de Ongania el Estado Nacional había renunciado presupuestariamente a mantener la salud privada y mas la de los trabajadores por el colapso del hospital público. Por lo que tomando como experiencia el Instituto Medico Mercantil Argentino, antecesor de Osecac, el Instituto Ferroviario, El Instituto del Vidrio, el de la Carne y el de otros gremios de dio lugar a la firma de la ley 18.610. Que se lo toma como una claudicación de los dirigentes gremiales, cuando fue realmente una claudicación de la economía de la revolución argentina de asistir a la salud de la población y se generaron fuentes alternativas de financiamiento: Los CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO.
4) Menem, Lingieri y Cavallo hacen un maravilloso combo. Descentralización del hospital público a las provincias. Y Lingieri es establecimiento del sistema de hospital de Autogestión con decreto de Menem. Por lo que las obras sociales sindicales no solo financian la salud de los trabajadores activos por medios contratados o propios, sino que subsidian el hospital público por vía de lo denominado hospital de autogestión. Todo trabajador que es recibido por un hospital de autogestión no es derivado sino atendido y sus fondos debitados por la cuenta AFIP sin consentimiento de la Obra Social por la prestación efectuada por el mismo.
5) Hacia el 2001 y con la convertibilidad muchas Obras Sociales estaban concursadas. Los fondos no reconocibles de las Obras Sociales los manejo su antojo el gobierno y no se los dio, agravando el desfinanciamiento de las mismas (pozo bidú).
6) La declaración de la Emergencia Sanitaria y la instauración de Programa Medico Asistencial trajo un poco de alivio, pero que quede bien claro que a esto también se le sumo la medicina privada y sin que haya ningún ente regulador para ella, salvo la secretaria de comercio. Las cajas privadas, aun siguen sin estar incluidas en ningún régimen de control. La salud de muchos argentinos depende de ella, inclusive la inflación, y nadie dice nada.
7) Si hay conductas manifiestamente irresponsables, está claro que Oyarbide le pide al estado que es el controlante de esta actividad de Obras Sociales por Medio de la Superintendencia del Seguro de Salud que intervenga a los Bancarios, por ejemplo. Deberá ahora explicar el ejecutivo, por vía de la presidenta que largo su campaña a senadora con Zanola en la sede de la Bancaria, al ministro Jefe de Gabinete y al ministro de salud y al Superintendente de Seguro de Salud, porque ante lo evidente no hacen nada.
8) Si hay una red de corrupción en la venta de medicamentos, no le corresponde a las Obras Sociales sindicales controlar la calidad curativa de los mismos. Por lo general para el reintegro de los gastos de estos medicamentos el APE exige al menos tres facturas y devuelve el dinero sobre la de menor valor. El sistema mismo, desde el estado, estaba montado para ejercer el fraude. Ud. debería imaginarse el mensaje en un informe al APE de una Obra Social Sindical diciendo no elegimos el presupuesto más bajo porque el medicamento es trucho. La pregunta técnica para aprobar el dictamen es que denuncia penal y que procedimiento se siguió para tal determinación. En realidad, para eso está la ANMAT. Si el medicamente esta en plaza y la Anmat no controla es cosa del estado. La aplicación de recursos para evitar la adulteración de medicamentos y la falsificación de los mismos, como el control de la habilitación de farmacias y droguerías no es en suma responsabilidad de la Superintendencia del Seguro de Salud, ni de las Obras Sociales.
9) Que a partir de este vacío hay corrupción, quizás nadie lo pueda dudar, pero no porque el sistema sea perverso, perversos son los hombres que lo manejan. Nadie puede garantizar que el hospital público pueda reemplazar al sistema de Obras Sociales o el de medicina prepaga. Y no porque se le ocurra al que escribe, sino por deterioro de la imagen de la salud pública.
10) Es cómico que cuando el reciente fallo de la Suprema corte De Genaro lo primero que quería respecto de los Gremios de la CTA era tener las Obras Sociales. La alternativa progresista, no prevé ningún modelo estatista para el servicio de salud.
11) Polino, el ex diputado socialista, es Secretario de Acción Cooperativa en el Gobierno de Alfonsín, y perteneciente al grupo del Hogar Obrero, intentaba hacer un modelo similar a la Superintendencia de Seguros de Salud para el movimiento Cooperativo. Ya que el movimiento cooperativo por su naturaleza está excluido de la ley de contrato de trabajo. Es un rulo meterlo y no quería trato con los dirigentes sindicales.
12) Por todo lo dicho, el sistema no es malo. Puede llegar a ser malo los hombres que lo conducen. Que no se no se nos escape la tortuga, no hay forma de acceder a la salud por medio del hospital público.
Estamos ante un ataque nuevamente a lo que se denomina la caja sindical y todo el mundo se hace el pelotudo.
Una cosa es la gestión y el comportarse fuera de la ley y otra es la definición del sistema.
1) Los fondos del APE, tienen el carácter público por la ratificación de una Ley de la época de Alfonsín a partir de un concepto de la Dictadura Militar que permitía por ese sistema mayor control sobre los fondos provenientes de las convenciones colectivas de trabajo.
2) Los fondos que da el APE son el 10% por ciento de los aportes de los trabajadores incluidos en convenios colectivos de trabajo para financiar programas especiales. Tienen el carácter de público y son recaudados por la AFIP pero en ningún caso, son partidas que asigna el ejecutivo de sus recursos propios ajenos a los trabajadores.
3) Tener una Obra Social Sindical es consecuencia de ser signatario de un Convenio Colectivo de Trabajo. En la época de Ongania el Estado Nacional había renunciado presupuestariamente a mantener la salud privada y mas la de los trabajadores por el colapso del hospital público. Por lo que tomando como experiencia el Instituto Medico Mercantil Argentino, antecesor de Osecac, el Instituto Ferroviario, El Instituto del Vidrio, el de la Carne y el de otros gremios de dio lugar a la firma de la ley 18.610. Que se lo toma como una claudicación de los dirigentes gremiales, cuando fue realmente una claudicación de la economía de la revolución argentina de asistir a la salud de la población y se generaron fuentes alternativas de financiamiento: Los CONVENIOS COLECTIVOS DE TRABAJO.
4) Menem, Lingieri y Cavallo hacen un maravilloso combo. Descentralización del hospital público a las provincias. Y Lingieri es establecimiento del sistema de hospital de Autogestión con decreto de Menem. Por lo que las obras sociales sindicales no solo financian la salud de los trabajadores activos por medios contratados o propios, sino que subsidian el hospital público por vía de lo denominado hospital de autogestión. Todo trabajador que es recibido por un hospital de autogestión no es derivado sino atendido y sus fondos debitados por la cuenta AFIP sin consentimiento de la Obra Social por la prestación efectuada por el mismo.
5) Hacia el 2001 y con la convertibilidad muchas Obras Sociales estaban concursadas. Los fondos no reconocibles de las Obras Sociales los manejo su antojo el gobierno y no se los dio, agravando el desfinanciamiento de las mismas (pozo bidú).
6) La declaración de la Emergencia Sanitaria y la instauración de Programa Medico Asistencial trajo un poco de alivio, pero que quede bien claro que a esto también se le sumo la medicina privada y sin que haya ningún ente regulador para ella, salvo la secretaria de comercio. Las cajas privadas, aun siguen sin estar incluidas en ningún régimen de control. La salud de muchos argentinos depende de ella, inclusive la inflación, y nadie dice nada.
7) Si hay conductas manifiestamente irresponsables, está claro que Oyarbide le pide al estado que es el controlante de esta actividad de Obras Sociales por Medio de la Superintendencia del Seguro de Salud que intervenga a los Bancarios, por ejemplo. Deberá ahora explicar el ejecutivo, por vía de la presidenta que largo su campaña a senadora con Zanola en la sede de la Bancaria, al ministro Jefe de Gabinete y al ministro de salud y al Superintendente de Seguro de Salud, porque ante lo evidente no hacen nada.
8) Si hay una red de corrupción en la venta de medicamentos, no le corresponde a las Obras Sociales sindicales controlar la calidad curativa de los mismos. Por lo general para el reintegro de los gastos de estos medicamentos el APE exige al menos tres facturas y devuelve el dinero sobre la de menor valor. El sistema mismo, desde el estado, estaba montado para ejercer el fraude. Ud. debería imaginarse el mensaje en un informe al APE de una Obra Social Sindical diciendo no elegimos el presupuesto más bajo porque el medicamento es trucho. La pregunta técnica para aprobar el dictamen es que denuncia penal y que procedimiento se siguió para tal determinación. En realidad, para eso está la ANMAT. Si el medicamente esta en plaza y la Anmat no controla es cosa del estado. La aplicación de recursos para evitar la adulteración de medicamentos y la falsificación de los mismos, como el control de la habilitación de farmacias y droguerías no es en suma responsabilidad de la Superintendencia del Seguro de Salud, ni de las Obras Sociales.
9) Que a partir de este vacío hay corrupción, quizás nadie lo pueda dudar, pero no porque el sistema sea perverso, perversos son los hombres que lo manejan. Nadie puede garantizar que el hospital público pueda reemplazar al sistema de Obras Sociales o el de medicina prepaga. Y no porque se le ocurra al que escribe, sino por deterioro de la imagen de la salud pública.
10) Es cómico que cuando el reciente fallo de la Suprema corte De Genaro lo primero que quería respecto de los Gremios de la CTA era tener las Obras Sociales. La alternativa progresista, no prevé ningún modelo estatista para el servicio de salud.
11) Polino, el ex diputado socialista, es Secretario de Acción Cooperativa en el Gobierno de Alfonsín, y perteneciente al grupo del Hogar Obrero, intentaba hacer un modelo similar a la Superintendencia de Seguros de Salud para el movimiento Cooperativo. Ya que el movimiento cooperativo por su naturaleza está excluido de la ley de contrato de trabajo. Es un rulo meterlo y no quería trato con los dirigentes sindicales.
12) Por todo lo dicho, el sistema no es malo. Puede llegar a ser malo los hombres que lo conducen. Que no se no se nos escape la tortuga, no hay forma de acceder a la salud por medio del hospital público.
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