06 septiembre 2012

LA FALTA DE IMAGINACION AL PODER

LO QUE LOS ANTIMOYANISTAS CALLAN


Un viejo dirigente de un Sindicato y a la vez presidente de una Obra Social, recordó la similitud del proyecto de Korenfeld con el de Capaccioli, el cuestionado recaudador, que ocupara el mismo cargo que la funcionaria citada, mezclado en la falsificación de medicamentos, troqueles  y cheques de campaña en la elección de Cristina en el 2007, cosa que se hacen bastante los boludos, en este momento en que es sometido a juicio el triple crimen de Gral. Rodríguez donde los brazos ejecutores no parecen ser los autores ideológicos.
En aquel momento Capaccioli proponía a las Obras Sociales un APE más eficaz, donde se podía hacer un trámite simple con la entrega del medicamento en forma directa por la Superintendencia y sin la participación de las Obras Sociales.
Capaccioli tenía en danza el tema de la compra y administración por parte exclusiva de su entorno de esos fondos.
Debemos considerar, que desde que la ley 18.610 que los gremios participacionistas le sacaron a Ongania existió un fondo de distribución que se integraba con el 10% del total de aportes y contribuciones y que servirían para cubrir los desequilibrios que se pueden generar en las Obras Sociales por sus gastos. En su momento y cuando las Obras Sociales dedicaban una parte a Turismo se puede recordar aportes para la compra de unidades hoteleras a algunos gremios o la construcción de predios deportivos como los de Luz y Fuerza. También es importante recordar que en algunas organizaciones los interventores militares destruyeron toda esta infraestructura y mal vendieron. Esta referencia histórica es para que se sepa que estos fondos son convencionales, es decir el espíritu de la Ley vigente conserva ese espíritu fundacional que para tener una Obra Social Sindical hay que ser signatario de un Convenio Colectivo de Trabajo homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en ningún caso es una concesión gratuita de fondos del estado y por consiguiente, la administración de esos recursos por parte del estado harían creer que es el mismo gobierno el que subsidia a las Obras Sociales, cuando es el mismo sistema el que las financia y son sus mismos fondos generados los que dan posibilidad a esos mecanismos. La retención la demora en los pagos, por el contrario, parecerían dar la razón a Moyano cuando dice que se quedan con los fondos de los medicamentos de HIV-SIDA, se quedan con los fondos de personas discapacitadas, etc……” pero no supongamos que lo hacen deliberadamente, es entonces que se quedan con ellos por la mera retención de un flujo que es dinámico en cuanto el requerimiento de la necesidad y oportunidad de tenerlos para abonar las prestaciones.
El anuncio y la simplificación es una ayuda que le darán a las Obras Sociales por parte del Estado manejando los fondos que tendrían que ser manejados por las Obras Sociales. Una ayuda trunca y vana, porque en realidad estarán manejando discrecionalmente a cual Obra Social se le facilitaran las cosas y cuales no, o en suma cuales serán las que deban desaparecer con solo ahogarle el flujo de fondos del APE.
Realmente mientras se agoten estas maravillas de la ingeniería política, habrá miles de gente enferma que dejara de recibir oportunamente las prestaciones.
Verdaderamente son sacrílegos.




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