07 diciembre 2011

LAS MOLESTIAS DE PACHO O´DONNELL

UN INSTITUTO DE OPERETA

Lo nacional y popular, no está definido por la costumbre de comer un choripán al ir a la cancha, o bailar tango u otros lugares comunes, pero evolutivos de toda sociedad contemporánea. Lo nacional y popular está definido por las tres banderas del Peronismo Independencia Económica, Soberanía política y Justicia Social. Estas tres banderas que alza Perón en su movimiento, tiene como destino la felicidad del pueblo.
El tan remanido ejemplo de la Vuelta de Obligado tomado por ejemplo como Pacho O´Donnell, es el correlato de la Soberanía Política y la Independencia Económica. No juzgare al detalle, si fueron los correntinos los perjudicados o Rosas el Comerciante de Puerto de Buenos Aires, que le quería imponer a la Flota anglobritanica las reglas del intercambio comercial, lo que si está claro que la Vuelta de Obligado significo enfrentarse ante el avasallamiento del territorio nacional a las fuerzas invasoras, aun en inferioridad de condiciones con este criterio Soberanía Política, porque en este caso nos daba la Independencia Económica sobre los imperios dominates. La “tiranía” de Rosas permite unir a la confederación y genera las condiciones para que en 1853 se pueda arribar a una constitución nacional. La conclusión y la importancia que desde el primer gobierno patrio hasta ese año y salvo el mazorquero periodo de rozas, la unidad nacional fue cuestionada de alguna manera, aunque se le reconociera a las provincias sus libertades individuales. Para lograrlo debimos esperar 43 años, muchos mas que los que vivimos en democrácia desde su recuperación. Rosas, a su manera había tenido la visión de un país y la integración territorial de ello.
Se habla mucho de la conquista de Roca para extender la frontera hacia la Patagonia, con sus secuelas que no me corresponde a mí comprometer juicio.
Pero la primera conquista del desierto fue con Juan Manuel de Rosas. Por la cordillera bajaba Facundo Quiroga, por el centro Balcarce y por la zona de Atlántico el mismo Restaurador.
Integridad del territorio con Soberanía Política, Independencia Económica permitían como legado dar Justicia Social, equidad al pueblo para su felicidad.
Digo esto, porque para Pacho O´Donnell resulto ser que Julio Bárbaro no era un catedrático, ni nada, pero Aníbal Fernández un académico. No lo voy a criticar a Pacho, solo puedo decir, que tienen la inconmensurable tarea de defender lo indefendible.
El instituto Revisionista nace mal parido, la asociación de la adscripción del gobierno a lo Nacional y Popular que se le escapa de las manos ellos mismos, es la falacia del silogismo cornudo que nos legara Chapaleo, Si no sos revisionista, sos liberal. Si sos liberal nos dejaste afuera de la historia.
Las ideas de San Martin, (que tanto insistio O' Donnell que no se conocian) por ejemplo y que pensaba para mis adentros, son para quien las estudia y lee, frustrantes en cuanto a su dinámica.
Solo reivindicada por él cenvío de su sable a Juan Manuel de Rosas y porque alguna vez algunos jóvenes peronistas lo sacaron del Museo Histórico Nacional para poner de manifiesto la actitud del prócer ya viejo y separado de la política de su país, dejaron a luz algunas de sus ideas.
Estas ideas y el secreto de Guayaquil, celosamente guardado, las penurias sufridas por el General mismo en el Perú y la poca ayuda de Bolívar. La elección de O’Higgins (hijo bastardo y confinado a la Capitanía de Chile por parte del virrey del Perú de aquel entonces) para liderar la campaña, con una elección sobre un general muy joven en relación a otros de esa Capitanía muestra a un San Martin muy distinto e inescrupuloso ligado a una logia que odiaba a España y cumplía fines, que podemos suponer que no habían logrado las invasiones inglesas, es muy diferente al hombre que se va confinado, quizás por él mismo, a Boulogne Sur Mer.
La historia se nos seguirá matando de risa, ya que con la idea de construcción de un relato y hablando de un método científico, todo el mundo saben que las ciencias sociales (mal llamadas ciencias) no son consideradas así, como tal.
No hay historia, hay historiadores. La historia seguiría como el objeto del conocimiento de Kant inmutable a nosotros mismos, y somos los hombres los que desde la proyección de categorías y definiciones del objeto aprehendemos la cosa que reposa en sí, sin darnos ninguna información. Solo las nomenclaturas de nuestras categorías y definiciones. Todo progreso del conocimiento humano es el progreso de habilidades para explicar consistentemente las cosas. En ningún caso la verdad. Mucho menos si queremos tener o hallar la verdad histórica, no solo estaríamos lejos de la ciencia, sino más bien en un aristotelismo demodé que supera el pensamiento crítico con el que se mira la historia.
Pacho debe defender a su Académico Aníbal Fernández, el ex jefe de Gabinete y actual Senador. Felipe Pigña debe defender como Académico Joven el copy/paste, salvo de Wikipedia y Araceli Bellota, que son todos pluralistas, nacionales y populares.
En 678 les pegan a todos, como si a los académicos se los pasaran por la quilla. El Instituto, es una cosa en boca de los historiadores conocidos y otra en la cultura de los adláteres del gobierno. Todo una mierda.
Lo importante, que se da a todos los historiadores revisionistas como integrantes del peronismo o de la izquierda progresista, y cito a dos para ser rápido, Jauretche y Abelardo Ramos. Jauretche no era Peronista, sino que en el Movimiento Nacional encontró el refugio a una idea superadora. Y al Colorado de la izquierda progresista, termino su vida como embajador en México del Gobierno Argentino cuya Cancillería era del ejecutivo del “repulsivo senador neoliberal aliado al Frente para la Victoria” Dr. Carlos Saúl Menem.
En la entrevista de Palabras + Palabras- Pacho se sintió incomodo porque debía justificar lo injustificable la adscripción del Cristinismo a una corriente nacional y popular.
Al mismo tiempo en unas placas elaboradas emitidas en el mismo programa y confeccionadas por especialistas del gobierno se llegó a la conclusión, tal lo explicamos en un artículo de este blog, que el asalariado y los sectores pobres son los más castigados por las políticas fiscales Nacionales y Populares del gobierno.
Que el control del dólar no es Independencia Económica, que la renegociación de la Deuda con el Club de Paris no es Soberanía Política y que los planes de inclusión social con fondos de los jubilados no son Justicia Social.
Por el contrario esta gente está haciendo las cosas para castigo de su pueblo.
Pero reiteran como marca de origen su peronismo, aun en el error de apreciación de la acción de un gobierno injusto y que la Soberanía Política interna la pone solamente en la legitimación de un voto para alzarse luego con la voluntad de cualquiera y más sabiendo que es diferente la viveza política de la negociación política como el ocultamiento de un plan de ajuste iniciado inmediatamente después de su victoria electoral, cagandose en todos los que lo votaron.
Si el destino final tal cual lo expresara Perón en la Comunidad Organizada, no es la felicidad del pueblo, estamos mal, y mucho más si cuando entendemos que la felicidad del pueblo es futbol para todos.
Esta gente y pese a todo no es peronista, y como dice la canción infantil, ni lo quiere ser.



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