EL DIA DEL ALCAHUETE EMBRABUCONADO

DE COMO LLEGAR A SER UN TURRO EN UN GESTOS Y DOS ACTITUDES

Ser alcahuete, no es cosa que uno pueda a veces evitarlo, pero mal bicho, lo tenemos el ejemplo en Agustín Rossi, es un ilustrado. Varón del derecho. Se supondría que como abogado tendría amplitud de criterio. Mas bien, no, es corre, ve y dile, de su jefe. De ego exacerbado, el quiere ser diputado y no reputeado, cuando es reputeado en su provincia, salvo por los asalariados del Kirchnerismo, que en suma, le darían una banca. No la representatividad de un sector de una provincia. Eso lo sabe Agustín Rossi, como Ud., como yo, como el mamarracho de su jefe, pero así como esta en contra de Binner, también está en contra de Reuteman así que si puede hacerle un poco de mal a los dos robando de la misma canasta de Reuteman, es nacional y popular, aunque un poco amoral e hijo de puta. Pero desde ya el modelo que implantaron en el país ya nos tiene acostumbrado. Un poco de frio y el dengue empieza a bajar, casi obvio, más las campañas de fumigaciones, más las precauciones de la gente alertada a destiempo que usa Off. Claro que baja. Así debería haber sido en tiempo y forma. Lo mismo que este Narcisista Berreta de Agustín Rossi, que nada bien le hace al país, con su candidatura simbólica de acaaaaaaaaaaaaaaa. Rosarino ilustre, si hasta Olmedo se tiraría de nuevo al aire si vuelve a resucitar al ver que este grandísimo caradura quiere seguir cobrando del estado y de entuerto del poder. Esta nueva oligarquía, estos poderosos de la lumpen democracia que no trabajan de nada y se creen con derecho a todo. Hasta de negar derechos a los que no pueden decir sus derechos porque ellos no permiten ejercitarlos. Pero también llegara un día, donde el mandamás será solo un busto en el salón de los presidentes, una mera historia, que será contada como un trago amargo de la argentina, de una democracia inútil y bastardeada que habrá que mostrarla como los derechos humanos fueron reivindicados con tanto énfasis que se perdió de vista el de los que estaban viviendo en el país. Un discurso que ya solo se lo creen los que cobran en efectivo, porque en cheque, solo cuando ven el liquido respiran.