EL PODER DILUYE
Ayer se podía ver en las caras de los funcionarios de
aplaudir el malestar interno de las internas entre ellos.
Giorgi, De Vido, aun cuando a la primera le hablo la presidenta
se le veía la cara de culo. Las tensiones en la vorágine demencial de nadie
entiende nada y todo conspira mina el espíritu de la tropa. Tomada alisaba su
barba, Filmus estaba con aspecto estresado y gris. No dan mas, es imposible
vivir en estado de alerta contra un enemigo que no se sabe si es el mundo
exterior o la propia mellada de espíritus desquiciados en el entorno.
En el bote del modelo nadie esta a salvo. Todos son amigos o
conspiradores, el fino limite de su estado marca hasta la imposibilidad de no
saber cuando diciendo algo se pueden equivocar y cambiar de estatus.
Una buena idea de lo que sucede es recordar la imagen que
nos dejo Estados Unidos en Vietnam, un terrible poder de fuego contra un
enemigo solapado, incruento y adoctrinado. Con la única diferencia exclusiva
que el enemigo peor es el enemigo interno.
En cada militante hay un opositor en potencia, y como diría el
viejo Heráclito “el camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo”.
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