EROS Y TANATOS PARA UN GOBIERNO SIN IDEAS

REFLEXION SOBRE UN ARTICULO DE LA NACION

Cuando leo el articulo de Thomas Abraham en La Nación, y no por criticarlo, sino por recordar que esta generación del gobierno no tiene una sola idea propia, ni una capaz de generar algo nuevo, me pareció interesante volver a recordar las figuras iconos que generan. Yo hable de tanatocrácia. Es decir gobernar sobre la base del líder muerto. Esta columna, habla de recursos para dotarse de una mística. Recuerdo que yo era joven. La militancia peronista tenía un día clave de celebración el 8 de Octubre que era el día de Cumpleaños de Perón. Pero a partir del 8 de octubre de 1967 en Quebrada de Yuro es sorprendida su columna y abatido con un disparo en la pierna. Se supone que murió en combate ese día. Otra información dice que murió el día después fusilado por…. Pero así quedaron ligados el Cumple de Perón hecho feliz con la desgracia del Che en pos de la utopía. Esa utopía de Eros y Tánatos le devolvió al marxismo una mística revolucionaria que encandilo a muchos que antes peleaban por la dictadura del proletariado, (algo así como pelear por el patrón de medidas instaurado en el metro patrón francés), a hacer de una Danza con Tánatos (la muerte) una mezcla de gozo místico.

Tiene razón Abraham de que esta nueva etapa se tiene que levantar sobre mitos estereotípicos. Evita, el Che y Néstor como estandartes que ofrendan la vida por un ideal. Ese sería el significado. Por lo tanto la construcción de Néstor como un mito es la utopía patriótica de este gobierno, contra un presidente, vacío de contenido, prepotente, obsesivo y que solo puedo consolidar una situación ajena a él. Lo que inaugura es la idea de la narración de la historia según su óptica, tal cual Vertibisky inauguro toda discusión sobre el setentismo a partir del libro Ezeiza.

Convertir al muerte en un héroe y en un prototipo social de carácter simbólico convierte a todos en referidos a un conjunto de ideas que no hace falta explicar, definir, los nuevos axiomas Euclidianos, porque Néstor es un sentimiento. El Che y Evita son una vibración interna. Pero jamás una forma de conducir un país. Solo una forma de decir que me sigan por aquí los valientes, como decía el Chapulín Colorado.

Lo significativo es esta alegoría de la muerte, este vínculo sentimental con lo muerto y no con lo vivo, los que los une a la generación del 70 y a la dictadura militar.

Absoluto desprecio por la vida humana. Conducir para ellos es manejar índices y buscar culpables de los errores que ellos cometen.

Y al final cuando muestran al Boudou de una juventud maravillosa, y sin despreciar la música, es en el rock donde se manifiesta, no solo la vanguardia, sino también la promiscuidad, el exceso de drogas, los suicidios, el descontrol y generalmente la muerte del artista.

Abraham ve claro, el Cristinismo busca su propia mística, la razón para poder morir por el modelo de una manera fundamental.

Ay Tánatos, que cruel.