LA FUERZA ES EL DERECHO DE LAS BESTIAS

LA POLITICA REDUCIDA A LOS INSTINTOS

Con la muerte de Isidro son ya varios Kosteki y Santillán que tiene este gobierno pero sin la dignidad de Duhalde de hacerse cargo de que ese problema lo supera, lo trasciende y no quiere hacer nada. Y esto no vaya como reivindicación de Duhalde en ningún aspecto. Como está claro, la culpa residirá en las culpas ajenas, y ellos están haciendo un país maravilloso. Los fracasos en las políticas son de los otros. A ellos les va de puta madre. Aníbal Fernández el principal defensor histórico de esta parafernalia de la nueva definición de la lucha de clases, chorros personas comunes hace que, cuando se critica la política de derechos humanos de hoy esta se convierta en “politiquería”, como si le importara tres bledos los muertos a diario y solo hubieran muerto los del periodo de la dictadura. Está claro que ninguna muerte es merecida. No vamos desde el blog a genera una dicotomía imbécil entre muertos del pasado o muertos del presente. Hablamos del énfasis que hay que poner en cada uno de los derechos conculcados y en la historicidad de los momentos. No puedo pensar el homenajear la presencia del Juez Garzón y no decir nada sobre la política procesal, penal y carcelaria que deja libre a un hombre que como anteayer mato a una chica en Villa Gesell de un hachazo en la cabeza que gozaba de la libertad condicional. Algo fallo en el instituto de la libertad condicional y en la ambiental de la concesión de la misma para que este hombre salga. Algo raro hay que se le pida informe psicológico a Macri y este cristiano con un asesinato encima no se le haga ni uno para darle la condicional, ni un seguimiento para ver su predisposición a reincidir en los asesinatos. Ni que hablar de la muerte niño de la salidera. No puede tomar la sensación de abandono de la gente como un caso de politiquería. Como si se pensara que el favoritismo de Florencia Peña sobre el aborto, o el matrimonio Gay fuera también un asunto de politiquería. En realidad también el futbol es una politiquería barata, pero si lo es al vicepresidente de Quilmes le sale por los poros que son sentimientos de la gente, por eso pegan. Pero es al pedo, negaran la realidad como un acto sistemático de la confrontación. Acometen y huyen ante los problemas como el sentimiento básico de un animal. No son otra cosa que bestias puestas a conducir la política. La fuerza es el derecho de las bestias.