El Rasputín de Bolivia García Linera, lo venía manejando a espaldas de Evo Morales, o si a sabiendas, no deja de mostrar una imagen de debilidad el mismo Morales, ya que pretende mostrarse como la victima patética de la derecha narcisista, cuando es él, el que no dio el camino a la negociación en la mesa del dialogo y solo le sirvió para postergar lo que era la guerra civil inminente luego de la toma del coronel con la valija en el asalto al C130 de la Aeronáutica Venezolana en el aeropuerto del Viru Viru a manos de la turba de Santa Cruz de la Sierra. Eso parecía hacerlo razonar a Evo sobre la conveniencia de la Unidad nacional, pero Evo, a la manera de Cristina, en la forma de cortar el poder, es chirolita. El verdadero poder, pasa por el que no tiene carisma, pero si la capacidad de nuclear en su entorno esa ergonomía del miedo, en el que el cuerpo se adapta al que manda, García Linera, el estudiante de afuera, el blanquito, lleva adelante la guerra ideológica, no por conciencia de clase, sino por odio. Bolivia, la pendulante, la que tenía todo a su favor y hoy solo tiene la alianza con Brasil. La que parecía proteger a Santa Cruz de la Sierra para proteger a San Pablo y su emporio industrial, cambio en el péndulo. Pintura de guerra hay en los rostros, no creo que Brasil quiera quedarse sin gas.
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