18 octubre 2012

LA CUOTA DE MENTIRA DIARIA

LA SITUACION


La historia de los accidentes de trabajo es una historia desgraciada para los trabajadores. Acusada por la judicialización de los accidentes es casualmente por ser discrecional para los empleadores su aplicación tanto la vigente que formara las ART, como la anterior, como se lleva por delante la presunción de Aníbal Fernández, (el piola) de que se le da al trabajador de optar por una vía, ya sea la de la misma ART en su liquidación o la judicial.
El problema no esta en la vía, sino el criterio de evaluación del accidente. Aníbal ni se le ocurrió explicar como esta este tema y en manos de quien queda la determinación de la incapacidad, o la evolución del tratamiento, en casos de defunción deberán suponer Aníbal que el trabajo en negro no existe. Por lo tanto uno puede llegar a preguntarse, que carajo importan las Bias en el trabajo no registrado. Claro, ahí no hay vía y queda solo la vía del litigio de los derechohabientes o de los lesionados. Luego nada se habla de la determinación  por resolver los accidentes in itinere y cuando estos acontecen según la modalidad de trabajo. Por ejemplo los trabajadores afectados a reparto que no salen desde un lugar de trabajo y vuelven a el, sino que son operativamente dejados en el final de la descarga.

Aquí no hay que ser moyanista, antigobierno. El resolver la vía es apenas una necesidad de la patronal no una reforma profunda del sistema de la accidentologia en la legislación laboral.

No caben dudas que un accidentado esta en inferioridad de condiciones para no aceptar cobrar, mas si hay incapacidad laboral e ir a reclamar a la justicia mientras no tiene aptitud laboral o vianda con una secuela traumática de su accidente a los efectos de conseguir nuevo empleo.
Para entender la problemática de la accidentologia en nuestro país hay que no ser pelotudo. Si hay un sistema de juicios sobre el tema es, exactamente, que el sistema falla en la determinación de la aplicación de la norma. Y que en realidad es un abuso de la patronal, la mayoría de las veces. Agravado por la existencia de las ART que son apenas un delay para defender un negocio, no la salud de trabajador.
No es lirismo, ni patetismo, solo que verdaderamente el anteproyecto de ART no le sirve al trabajador en cuanto a ponerlo en pie de igualdad con el empleador o su liquidadora al momento del alta o convalecencia, ni que hablar con los deudos en casos de muerte.
Es la defensa de los trabajadores, idiota.










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