20 julio 2010

EL OBISPO LAICO PERFECTO

KIRCHNER UN FALSIFICADOR
En el origen el cristianismo se levantó contra la opresión del Imperio Romano, que en su afán de sostener a Roma a partir de sus conquistas generaba la pobreza del pueblo conquistado, no solo en el extranjero, sino del propio. Fue entonces la Iglesia Católica en su expansión, más allá de sus contradicciones, una defensora de los pobres. La conquista de América y su ideología de la conversión al cristianismo de “los salvajes” no tiene mucha diferencia de los Gulags o de la lucha contra la burguesía de Fidel Castro en cuanto a los medios pragmáticamente utilizados, la muerte y la guerra. Pero por alguna situación a unos Fidel y Stalin les caen simpáticos y la Conquista de América retrograda. La falta de conciencia histórica para analizar los hechos desde un punto de vista objetivo es evidente. Cuando la iglesia en su anacronismo de defender a los humildes y los pobres, predica que lleva más de 2000 años en la misma tarea, jamás se imaginó que como consecuencia del desarrollo de la historia el devenir de la misma convertiría a la pobreza en un factor de conflictividad social o dinámica social. Por lo tanto en uno de los hechos de la construcción política más importante en la vida política moderna, desde la Creación de la Cámara de los Comunes, pasando por la Revolución Francesa, hasta la filosofía marxista, y la construcción del Estado Soviético, como disciplina de la solución definitiva de la eliminación de la pobreza por la igualdad de clases. Por esta antigualla de defender a los pobres, la iglesia devino en una institución más ligada a la política que a la administración de la eucaristía a sus acólitos. Más, la defensa de sus creencias ante los poderosos en la historia hizo a su crecimiento hasta ser poderosa, al punto que cualquiera hoy, usa su método, para hacerle una crítica. Y cuando critica hace política. Una confusión entre la creencia en la doctrina de la fe y conducción por parte de los hombres del cuerpo social de la iglesia. Pero, en un mundo donde todo está confuso, quien se va a para a distinguir. Justo a Néstor Kirchner, el Obispo imbécil y perfecto del Peronismo Progresista Inútil. Justo a él que con la ley de Matrimonio Gay saca a luz su vieja bronca contra el mundo que lo pario y se pone a dar desde el púlpito laico en su condición de perfecto Cátaro a la violeta de cualquier boludez que le venga en gana, solo porque un obispo le viene en el forro de las pelotas. Y tiene la feliz idea de bajar línea de cómo es la iglesia a su entender y más, democratizar la misma a la manera del futbol o las AFJP. Le faltaría nacionalizar la Iglesia. En realidad es un caradura que bajo la sombra de un padre aconsejador y guanaco, pretende demoler no a un obispo, no a una corriente oportunista de hombres de la iglesia, sino a una idea y cuerpo de doctrina, so pretexto de la diversidad de ideas, imponiendo como idea única la idea del respeto para el me cago en vos. La única diversidad es la mía, vos jodete. Y más, si perdes te bajo línea por boludo. A ello contribuyeron, su viejo enemigo Carlos Menem. El boca boluda del Senador Juez que lo persiguió con la SIDE, pero le dio oxigeno con la ley para que no lo acusen de antiguo y nabo, cuando podía haber aclarado que no era contra de la homosexualidad, sino contra el oportunismo. Los imbéciles de Morales y Sanz, que cada día son más funcionales a Kirchner. Ya desde Redrado muestran la hilacha que son unos pollerudos al cubo, inconfiables y de una inestabilidad emocional impracticable en la vida real. A Morales seguro que le mandaron la Milagrito Sala. Como resultado de todo ello, las consecuencias en el Código Civil que se las arreglen los jueces. Nadie sabe cómo mierda van a solucionar los temas, eso sí van a reglamentar con bombos y platillos una ley que hasta vulnera el derecho a la identidad del niño, pero bue. Así son las cosas. Un berretín, dale que va.




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