17 noviembre 2008

LOS POLLITOS DEL NESTOR


GOBERNAR ES DIVIDIR CADA DIA UN POCO MAS. COMO SER BURGUES CON PERFIL PROGRE.


Creer que la decisión de la Corte nos va a llevar a defender la falsa opción libertad sindical o unicatos moyanistas es un absurdo. La concepción del sindicalismo peronista fue diseñada por el Gral. Perón en otro contexto, como así también el modelo de la libertad sindical en otro. Hace poco se levant en el Blog un artículo sobre la crisis de una empresa aérea alemana que sucumbió por tener en ella misma 19 sindicatos y no poder arreglar con ninguno de ellos o algo similar a lo que le pasa a Macri con 17 gremios docentes en la Ciudad de Buenos Aires, cosa que la pluralidad es más que legitima a la hora de expresar sentimientos pero no a la hora de negociar. Si la Constitución Nacional misma prevé que el pueblo delibera a través de sus representantes, la democracia sindical se ejercita por vía de la participación estructural, no por la fragmentación estructural que pretende la Corte. Y cuando las grandes corrientes de las estructuras sindicales internacionales buscan el convenio marco internacional, sobre todo para las Empresas Multinacionales, nosotros venimos a descubrir tardíamente la libertad de atomización de la voluntad sindical. Pero la falsa dicotomía de elegir entre la CTA y la CGT deviene un absurdo a favor del neoliberalismo. Ya estamos cansados de ver como desde la revuelta se pretende mostrar los cambios como revolucionarios. Lo revolucionario es la unidad de movimiento obrero, eso que podía mantener unidos a Ongaro y Alonso por encima de sus diferencias ideológicas, en cuanto a cosmovisión de la estructura del movimiento obrero organizado. Ahora bien, ver en un puzle de sindicatos carentes de poder en un minimalismo solo útil al capitalismo, y mucho mas, creyendo que sindicatos de desocupados pueden terminar, sin un Estado Nacional que deje de fomentar el empleo en negro, con la exclusión social, es una utopía. Desde el supuesto progresismo, desde la revuelta del cambiamos todo. El apocalipsis es ahora para los trabajadores, las cosas son vendidas como espejitos de colores. Hasta nos pueden crear expectativas esperanzadoras.

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