PUNTO DE CORTE
Ponerse al frente de la reivindicación de Kosteki y Santillán
como lo han hecho con la figura del orador principal, o sea, el Jefe de
Gabinetes de Ministros, demuestra la versatilidad de su ideología. No tanto por
muerte de los jóvenes que había que recordar como un hito del pasado argentino,
sino por la ensalada rusa de sus cantos y la panfletaria agregación del rostro
de Kirchner a los dos asesinados.
Pero en realidad al celebrar la muerte de esos jóvenes se
pone de manifiesto el incentivo de un sector del cristinismo a dar espíritu de
combate contra el mal que pone los ánimos en estado beligerante en defensa de
un país que con el discurso de la presidenta de ayer y su eterna referencia a
su acción se parece mas a un feudo que a una republica.
Los muchachos están en guerra y celebran la muerte con
misticismo y alegría. Esta película ya la vi, y totalmente alejada de la
dolorosa muerte de los militantes.
Sometidos tirios y troyanos al solipsismo gubernamental
debemos vivir en el “topos urano” que nos plantea la dueña del feudo. Donde
cada vez mas deberíamos tener una democracia plebiscitaria que una democracia
presidencialista.
La legitimidad del 54% de los votos se diluye ya que esa
cifra no significa un cheque en blanco para actuar sin límites y tomando como
valido una coyuntura electoral como un contrato a plazo fijo y tiempo
indeterminado si estamos en condiciones de hacer una reforma constitucional
producto de una mayoría parlamentaria circunstancial.
El principio del ahogo de la libertad es la revuelta y es
simple con solo mirar la historia de la civilización.
Pero no todo es bien o mal. No hay santos, ni anatemizados.
Es una pena la miopía a que se nos invita a ver un rábano como una barra de
oro, y que son solo pedazos de mundo industrializado y consumista los que caen.
El peronismo es una doctrina humanista que bien definió el
General Perón en la Comunidad Organizada como que el ultimo fin de un Estado “ético y armonizador”
busca la felicidad del pueblo.
Podemos sin dudas afirmar que le volvieron a cortar las
manos a Perón. Las manos generosas de un movimiento nacional cuyo centro era la
Justicia Social, y no la Justicia Distributiva en manos de una persona. No hay realización
de una Comunidad Organizada con el sometimiento a un estado que nos va a dejar
entre paredes y sin cielo celeste, decía el general en su discurso en el
Congreso de Filosofía de 1949.
Su vigencia es
descomunal a un país donde la única forma de sobrevivir es crispado.
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