INTELECTUALES BERRETAS
No es tanto el sistema mentira del uso del cubo de la CNN
exhibido por los movileros de 678 en los cacerolazos, ni la parafernalia de
argumentos oídos con motivo de un fraude que, según fuera el opinador, tenía
causas legitimas o ilegitimas.
Lo más sustantivo que uno puede tomar de estos hechos es que
los mismos periodistas de 678 hicieron sus razonamientos argumentales con las más
básicas figuras y modos de la silogística. Es decir solo basados, no en la realidad
concreta, sino en formas retoricas del discurso.
La mayoría utilizo modos de la Cuarta Figura:
Bamalip, Camenes, Dimatis, Fesapo, Fresison. Descriptas por
el tradicional poema escolástico, usado
por los monjes, con los nombres de la silogística en esta última figura de los
razonamientos válidos.
La más abusada:
Si la
conclusión es negativa, la mayor debe ser universal.
Ejemplo:
Por lo tanto, y parecía una autocrítica, no convalidaban el
uso del cubo de la CNN para engañar al público (la conclusión es negativa),
pero la conclusión universal de los resultados de ese engaño, no podía ocultar
lo evidente. Los cacerolazos eran pro yanquis de una oligarquía, discriminatoria
y abyecta en la compresión del fenómeno social de las clases menos
adineradas (Universalidad obtenida a
partir de la conclusión negativa.
Enamorados de sus discursos políticos hablaban de sus hechos
forzados por un engaño, haciendo hincapié en el carácter destituyente de ese
discurso recogido por un método ausente de ética, para llegar a otro razonamiento
universal y menos válidos, de que todos eran una minoría atrapada en un discurso
antipopular. Como si la pequeña autocritica de la falta de ética de cómo obtener
el contenido fuera accesorio.
Pero ¿Quién nos asegura de que es no fue un montaje? ¿Quién garantiza
más allá de lo visto en los videos que no fue editada, y se sacaron
contestaciones razonables y lógicas? ¿Quién establece que el pensamiento aun abyecto
y minoritario, no debe ser respetado como derecho de la persona?
En todos casos 678 y su panel de notables oradores con métodos
lógicos pasados de moda: no
Pero quien veía desde afuera se los veía hasta compungidos
por la manera de adquirir esos datos, aunque los resultados mostraban la naturaleza
y fin de los cacerolazos, los cuales más allá del mal método de la obtención,
configuraban lo inerte del pensamiento de los participantes y lo gregario y
disperso de la convocatoria.
En realidad y por el contrario seguimos ese viejo verso de
Leopoldo Marechal: “yo soy el hablador, lo oyente y lo hablado……”
No pudieron más que hablar de ellos, y para
nada considerar si hay motivos para que
la gente proteste, o si la mera condición errática de los movilizados, en
cuando a idea convocante, invalidara la protesta.
La protesta existió, y fue rotunda e inusual. Y para nada se
explicó si no tenían realmente razones para estar enojados. (Las acciones de
Moreno, tan urgidas pero llenas de patriotismo tienen una y solo una forma de ser vista)
La respuesta es SI, la protesta existió. Pero pareció: no, que
era cuestión del bajo número de participantes y lo contestado a boca de jarro.
(Además de la vigencia absoluta de 54% de los votos, como si los que votaran
dieran un cheque en blanco al Gobierno para hacer de la vida y las personas, su
antojo)
Rodeados de un aparente intelectualismo pasan sus discursos vacíos,
como si fueran verdades evidentes.
Apenas son el lumpen del pensamiento y muy lejanos de un pensamiento nacional.
Por algún lugar de alguna vereda de un mundo paralelo, pasea
Descartes malhumorado.
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