Mi querido amigo debe admitir que la estadística no es una ciencia exacta, o permite explicaciones. La cosa es así: uno maneja una hipótesis y trata de probarla. A veces uno se equivoca y otra acierta. Obispo Piña, De Narváez o en otro contexto la elección de Cristina. Hay aciertos y errores. Lo que no puede la ciencia errática dar lugar a la humorada. Y no porque el humor no tenga cabida, sino que a veces ciencia y humor dan lugar a la cargada. Y eso no me lo voy a permitir con alguien a quien le admiro su capacidad intelectual. Digo esto, porque muchos que utilizaron sus encuestas y sus datos durante el proceso interno de la gestación de las elecciones, hoy lo sumirán en una sombra de olvido. Pero mientras Yasky miro a Sabatella, Lozano miro a Pino Solanas y seamos sinceros, el amigo le hecho el ojo al proyecto desde un principio. A veces uno es prisionero de las formas. Pero no es prisionero de sus convicciones.
Setentista, incorregible, proyecto de peronista que nunca le da el pinie, transgresor, sistemático y bardero y para colmo boquense y divo, yo lo voy a defender, porque Artemio cuando hoy nadie lo nombra marco que Claudio Lozano y Pino Solanas eran algo que había que tener en cuenta. Eso sí, y mirémonos cara a cara. El curro es el curro como diría un gallego. Las ideas no se matan por más que nos vengan facturando.
Setentista, incorregible, proyecto de peronista que nunca le da el pinie, transgresor, sistemático y bardero y para colmo boquense y divo, yo lo voy a defender, porque Artemio cuando hoy nadie lo nombra marco que Claudio Lozano y Pino Solanas eran algo que había que tener en cuenta. Eso sí, y mirémonos cara a cara. El curro es el curro como diría un gallego. Las ideas no se matan por más que nos vengan facturando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario