ES MAS HERMOSO PORQUE ES MAS DIFICIL

PARA VOLVER A REENCANTAR A LA CLASE MEDIA PORTEÑA

Luego de la diáspora del peronismo en la Ciudad Autónoma, donde el Kirchnerismo ha parecido Atila. Donde Alberto Fernández ha demostrado su incompetencia y Víctor Santamaría su ilusión de formar un sindicalismo escindido de la fuente que le da sentido al mismo, que es ser la columna vertebral del peronismo. Vamos a una elección sin candidatos o con candidatos prestados o con inventos que nunca son, Andrea del Boca, Filmus, Heller, Telerman, o apoyamos a Vilma Ibarra, a Ibarra, o quizás nos hacemos vecinalistas con Abel Fatala. Creo que estamos en un punto de verdadero corte. Esto no es grave. Mas, es aquí donde los peronistas nos paramos, barajamos y empezamos a dar de nuevo. No vamos a tirar a todos los viejos peronistas por la ventana, como quieran hacer en la década del setenta, pero debemos abrir unidades básicas como para transmitir nuestra idea de movimiento y conducción peronista. Ya que estamos podridos de haber sido formados en el pragmatismo de un progresismo vacío de contenido peronista que nos llevo a casi ser pato o gallareta. Odiamos a Perón, tenemos aun Proto Ilustre combatiente que acusa a Perón de haber inaugurado la triple A, cosa que no es cierta, como si él no fuera responsable de las cosas que sucedieron en el gobierno Perón que jaqueaban la democracia. Ni que hablar lo que hacían las Organizaciones Armadas en épocas de Campora que llevaron a Perón a tomar una drástica decisión. Sabiendo que en su actitud le iba su propia vida. Pero Bonasso ocupa un espacio del neoperonoprogresismo libre de toda sospecha. Y es capaz de culpar a Perón de las más terribles atrocidades como si él fuera el ángel de la guarda de la sociedad argentina. Por lo tanto, es hora de poner a funcionar el pensamiento nacional. Reavivar la vieja llama del pensamiento nacional y popular para acometer la tarea histórica de transmitir el pensamiento vivo de Perón a las generaciones que van a venir. A las que están siendo. Para que ellas no olviden lo que fue el arte de la política. Y que puedan olvidar el desastre de la política. No importa el resultado electoral del junio del 2009, o del candidato del 2011, el peronismo necesita reconstruir su tejido mucho mas allá de esas fechas tan sensibles, pero no tan significativas para el destino del país.