El modelo científico de Ernesto Laclau y la necesidad de trasladar a la política el desarrollo de las geometrías no euclidianas.
El desarrollo de la ciencia moderna y la ruptura definitiva con el criterio de verdad de la lógica aristotélica y el abandono del tomismo en el derecho natural es a partir del cuestionamiento del espacio físico concebido a partir de la Geometría Griega. Que fue el modelo de la ciencia pura. Ya que se basaba en un sistema de axiomas (dogmática) que eran evidentes de suyo y no necesitaban demostración. Cosa que no era aceptado por la ciencia positiva. Con la aparición de la geometrías no euclidianas y en especial con Georg Riemann y Nikolai Lobachevski se niega el quinto postulado, y se define, tal cual se definen a continuación en el texto de Laclau, el significado de lo que ese el paralelismo, inclusive, se delimita el mas allá que fija Hegel, ya que el plano es el circulo para ambos, y las paralelas son aquellas rectas que no se cortan en el plano, siempre que no sea dentro de circulo, habrá para ellos infinitas paralelas porque no se cortan dentro de circulo. Ellos notan que Euclides había sido mal recopilado por la Escolástica, lo que da paso a la geometría del espacio curvo. Por lo tanto, que las rectas paralelas se corten en el infinito, criterio axiomático, es la definición de un espacio, también infinito, y definido básicamente, desde una concepto religioso, o de ultima metafísico. En el caso siguiente Riemann Labachevski y el novedoso Laclau, aplican el concepto de significado, acotado a una definición que anteriormente convengo y defino.
Por lo cual nada se escapara del sistema. Por lo tanto, explicado el significado, el significante, solo tiene que ser consistentemente lógico. Ya no importa si es verdadero o falso. Solo que sea consistente.
En primer lugar este modelo es lingüístico y discursivo, pero hay que aclarar que por discurso yo no entiendo lo lingüístico en el sentido del habla o la palabra escrita sino que me refiero a toda relación de significación. Y el campo de lo discursivo se superpone exactamente con el campo de las relaciones sociales. Concebir las relaciones sociales como discursivas es claramente ir más allá de la noción puramente lingüística de discurso. Voy a plantearles el modelo lingüístico en primera instancia y después vamos a ver cómo este modelo se traduce en el campo de la representación política
El lenguaje, y por extensión toda relación discursiva, es, para Saussure, un sistema de diferencias. La base de la lingüística saussuriana es la afirmación de que en el lenguaje no hay términos positivos sino que hay sólo diferencias. Para entender, por ejemplo, lo que quiere decir la palabra 'padre' necesito entender lo que significa también la palabra 'madre', 'hijo', etc. Es decir que todas las unidades significativas son siempre unidades diferenciales. Y en este contexto tenemos una situación del siguiente tipo: supongamos que éstas son unidades significativas, cada una de estas unidades significativas adquiere su significación propia simplemente sobre la base de su diferencia con todas las otras. Es decir que en cada acto de significación la totalidad del lenguaje está implicado. Como Uds. ven, a los efectos de que esta totalidad significativa sea coherente, lo que es necesario es que éste sea un sistema cerrado, porque si fuera un sistema completamente abierto, como cada unidad significativa sólo se define sobre la base de la diferencia con todas las otras, habría una dispersión del sentido que haría el lenguaje simplemente imposible.
Pero esto inmediatamente nos plantea un problema que nos va a llevar directamente al centro de la reflexión política. El problema es el siguiente: si nosotros tratamos de definir la sistemática de este método como totalidad cerrada lo que tenemos que puntualizar también son los límites del sistema. Hegel, por ejemplo, decía que para ver los límites de algo hay que ver lo que está más allá del límite. Si no vemos lo que hay más allá del límite, el límite es invisible. Pero si éste es el sistema de todas las diferencias, lo que está fuera de él sólo puede ser otra diferencia, y en ese sentido no sería externo sino interno al lenguaje. ¿Cuál es la única posibilidad de solucionar este problema? Es que no se trate simplemente de una diferencia más sino de una exclusión, es decir, algo que se opone a la totalidad de ese conjunto de diferencias. Un ejemplo que he dado en un artículo: en el curso de la Revolución Francesa, Saint-Just escribió que la unidad de la república es sólo la destrucción de lo que se opone a ella, es decir, el complot aristocrático. Si no hubiera complot aristocrático la unidad de este campo no podría establecerse. Piensen hoy día en la función del significante 'terrorismo' en el discurso de Bush, es un ejemplo claro de lo que estoy pensando..
A partir de lo que hace Laclau, todo es posible bajo el criterio de consistencia, ya que un triangulo puede medir mas de trescientos sesenta grados o menos de trescientos sesenta grados. Solo que si defino previamente el significado del triangulo el significante estará en su explicación aceptado. Mientras tanto, la suma de los ángulos interiores de un triangulo será igual a 360º.
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