
Alberto Fernández tiene la presidencia del partido justicialista de Capital Federal y la esencia de la derrota del mismo en el ámbito porteño. Un analista de primera a la hora de mejorar estrategias de terceros un incapaz para desarrollar estrategias propias en su terreno. Solo especialista en ahogar el poder ajeno, nunca hábil para la construcción. Como el secretario general del partido su único proyecto valido fue ingresar al cavallismo que lo llevo a legislador porteño. Después de pasar por el menemismo en la superintendencia de seguros, cuyas actuaciones deben haber prescripto.
Pero el principal aliado de Fernández en su cruzada porteña es Víctor Santamaría, líder del Sindicato único de Trabajadores de Edificios de Renta y Propiedad Horizontal (SUTERH). Santamaría suele prestar su estructura partidaria para las cenas y actos partidarios organizados por Alberto Fernández. Santamaría también fue legislador porteño del cavallismo, aunque tuvo que abandonar su sillón, luego de ser procesado en una causa iniciada por el faltante de dinero en una cuenta que su sindicato tenía en el Banco Patricios, del cual era director.
El sello de goma del partido lo tiene Ramón Ruiz que es un pelele y de lo que sea oficialismo, ya que es un panyaugado de Serví ni de Cubría Jueza que es una verdadera sobreviviente y acomodaticia a los poderes de turno, siempre fallo sentencias como diapasón: por simpatía. Como de peronismo no entiende nada, solo le recitan en el oído un grupo de abogados cercanos, cuya palabra es santa.
Con estos tres ejes se sale a conversar con las estructura de los PJ provinciales que luego de un largo congelamiento nacional, hay ido formando estructuras locales, en algunos casos manejables y en otros inmanejables.
Seria propicio a este verdadero mariscal de la derrota, o directamente a los tres, ya que Ruiz, el interventor de PJ nacional, no pudo nada, y en la Ciudad Autónoma el PJ y sus alianzas fueron a derrotas cada vez más estrepitosas. En las que Víctor Santa Maria llego a ser candidato. ¿Alberto para que? Es de imaginarse si Kichner pretende hacer un armado de Partido Justicialista en el Orden Nacional con esta perfil, lo que pretende es destruir lo poco que queda en pie. No puede interpretarse de otra manera.
Pero el principal aliado de Fernández en su cruzada porteña es Víctor Santamaría, líder del Sindicato único de Trabajadores de Edificios de Renta y Propiedad Horizontal (SUTERH). Santamaría suele prestar su estructura partidaria para las cenas y actos partidarios organizados por Alberto Fernández. Santamaría también fue legislador porteño del cavallismo, aunque tuvo que abandonar su sillón, luego de ser procesado en una causa iniciada por el faltante de dinero en una cuenta que su sindicato tenía en el Banco Patricios, del cual era director.
El sello de goma del partido lo tiene Ramón Ruiz que es un pelele y de lo que sea oficialismo, ya que es un panyaugado de Serví ni de Cubría Jueza que es una verdadera sobreviviente y acomodaticia a los poderes de turno, siempre fallo sentencias como diapasón: por simpatía. Como de peronismo no entiende nada, solo le recitan en el oído un grupo de abogados cercanos, cuya palabra es santa.
Con estos tres ejes se sale a conversar con las estructura de los PJ provinciales que luego de un largo congelamiento nacional, hay ido formando estructuras locales, en algunos casos manejables y en otros inmanejables.
Seria propicio a este verdadero mariscal de la derrota, o directamente a los tres, ya que Ruiz, el interventor de PJ nacional, no pudo nada, y en la Ciudad Autónoma el PJ y sus alianzas fueron a derrotas cada vez más estrepitosas. En las que Víctor Santa Maria llego a ser candidato. ¿Alberto para que? Es de imaginarse si Kichner pretende hacer un armado de Partido Justicialista en el Orden Nacional con esta perfil, lo que pretende es destruir lo poco que queda en pie. No puede interpretarse de otra manera.
