COMO SE LLEGA AL CONSENSO INTERNO
Poco tiempo después
de la caída del Muro de Berlín, y donde el modelo de la confrontación dialéctica
había caído, y el marxismo no tenía lugar en el mundo occidental, muchos de
viejos compañeros de los sectores de la izquierda peronista, comenzaron a ver
en el Islam con alguna buena predisposición. Podemos hacer una larga lista de
razones ideológicas que se podrían decir, en términos generales, de coincidencias
con algunos elementos que heredamos de la tercera posición, Por ejemplo el
antimperialismo.
Más claro, el
rechazo a las formas del capitalismo que puedan representar los centros del
poder mundial y en especial USA. Al principio me parecían hechos aislados,
hasta que los hechos confirmaron un montón de coincidencias de cumpas que
estaban mirando mejor al Islam que al occidente.
Las características
básicas de estos compañeros era que venían del catolicismo, tanto sea del
tercermundista como del nacionalista, que pasaron por un periodo ateo en la década
60/70 y que superada la dictadura, caen en una especia de escepticismo político
para disimular la quebradura que significó el espacio representado por la URSS.
Lo que me puse a
pensar es que esta aceptación era básicamente, que tanto el fundamentalismo católico,
el fundamentalismo marxista, y el fundamentalismo islámico tienen una visión teleológica
y escatológica de la vida de las personas. Ambas en sus diferenciaciones coincidían.
En el Corán como en el Capital, como en la Biblia está casi todo explicado el
mundo sin necesidad de un pensamiento crítico o fundante de la idea.
No nos referimos
a títeres que no quieren saber nada con el pensamiento, sino que hay en los
fundamentalismos un reduccionismo mínimo que garantiza la verdad de mi
pensamiento. Es decir el criterio de verdad del pensamiento fundamentalista es
el atavismo a una dogmática mayor que hace que mis ideas devengan irrefutables.
No nos resulta rara
la aparición de pañuelos en los cuellos de las organizaciones progresistas que
recuerdan a los hombres de la intifada. Muchas otras personas que no he
conocido, llegan con esta nostalgia de un pensamiento ligado a una cosmovisión
total que explique el orden y el sentido de la vida.
Cuando se hace
referencia a esto es la íntima y limitante configuración del problema en la
militancia cristinista. Ven en Irán un modelo a seguir, más que un estado que
hay que tomarlo con pinzas. Esta apreciación es diferente a lo que el gobierno
pretenda con Irán que como en post anteriores, lo que busca ante la eventual defunción
de Chávez, ocupar la interlocución con los líderes de Irán. Por lo tanto, puedo
llegar a comprender el fundamentalismo de algunos compañeros y como se vale el
gobierno con sus mismas tácticas, que consisten en dividir todo para mostrar
que al haber divisiones hay inconsistencias. Por lo tanto sus apreciaciones, aunque falsas, deban ser en la diferencia de los disensos, aunque las mayorías
para logarlo, como mostro ayer el Congreso en diputados exigió maniobras locas
en los que lo conducen para obtener la aprobación del acuerdo que tampoco muchos de los que lo votaron
entienden, y que lo hicieron por simpatía con el islam o por disciplina
partidaria.
No es lo mismo
haberlo visto a D´Elia, un defensor de Irán desde hace tiempo contento que al
negro Díaz Bancalari, ex primera espada de Duhalde, apoyarse y saludarse como éxito
con Agustín ROssi luego de la votación. No hace falta decir que Díaz Bancalari
es el típico dirigente político que puede la anti política odiar. Advenedizo y caricaturesco
no sirve nada más que de alcahuete.
Necesitan una ideología
que les explique su sentido en el mundo y la razón de la mezquindad de tanto
deterioro del país con la ilusión de hacer lo correcto. Esto es la infamia
natural de su acción política, basada en la falacia, la violencia verbal y en
la conducta eternamente mendaz.
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