Los corruptos lavarán la corrupción
Matías Vallés
09.02.2013 | 03:27
Philip Marlowe bromea con el soborno que le ofrecen en una novela de Raymond Chandler, y que desde luego no piensa aceptar. El sobornador se ofrece a pagarle "en un bonito y limpio sobre". El detective responde raudo: Puedes ahorrarte el sobre, yo lo ensuciaría. En efecto, el mejor argumento contra la entrega de dinero negro en sobres a los gobernantes españoles es que los beneficiarios mancharían el envoltorio de papel. Después de años de reticencia en torno al diagnóstico, parece ser que España se ve aquejada por un problema de corrupción política. Esta evidencia era desmentida radicalmente por sus protagonistas corruptos, cuando se producían los pagos que ahora han estallado. No sólo negaban que fumar produjera cáncer, negaban que estuvieran fumando. Los corruptos son fáciles de identificar, porque siempre repiten la cantinela de que "la mayoría de políticos somos honrados". La mayoría de sicilianos exhiben un comportamiento impecable, pero Sicilia tiene un problema con la Mafia. Una vez escrita la palabra clave, surgen voces que proponen una regeneración inmediata de la política. Emanan de las formaciones más entusiastas en las prácticas corruptas. El reseteo del sistema pretende el borrado de los crímenes anteriores. Implícitamente, el pacto entre los partidos supondrá empezar de cero. Olvidar a Bárcenas y Ana Mato, por citar a dos perceptores recientes. PP/PSOE exigirán la dación por pago que niegan a los hipotecados a merced de la banca. Los políticos pretenden liberarse del acoso actual dándose la enésima oportunidad La lógica invita a pensar que en un año serán tan corruptos como antes de la renovación, pero la experiencia política demuestra que la razón también puede prostituirse. Cabría oponer al pacto, modestamente, la frase contenida en una sentencia de Louis Brandeis, juez del Supremo estadounidense. En un asunto ligado a la libertad de expresión, sentenció que "la luz del sol es el mejor desinfectante". Es decir, publicidad y responsabilidad. En cambio, el pacto contra la corrupción propuesto por los corruptos incluirá restricciones a la información sobre los escándalos, sombrías limitaciones al acceso a las instrucciones en curso, la prohibición de difundir datos de los sumarios y el endurecimiento de las penas por revelación de secretos. No hay de qué preocuparse, pese a la beligerancia fingida de la lucha partidista, la corrupción está en buenas manos.
EXTRAIDO DEL DIARIO FARO DE VIGO DE HOY
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