CON LA AMBICION DE PERDER

CON CAPACCIOLLI Y CON KUNKEL. PLAINI EL AMIGO DE TODO Y DE TODOS.

Historias de paracaidistas puede haber muchas, pero está claro que el MTA no puede armar un país conforme a la expansión de un ciclo productivo con dragado y balizamiento, con los canillitas, con los peones de taxis, ni los judiciales. No vamos a menospreciar la capacidad de sus dirigentes, sino que como Organizaciones Libres del Pueblo atienden otros problemas accesorios de la problemática sindical de la sociedad moderna, no menos atendibles, pero no tan significativos para el despegue armónico de la economía nacional. Aun así Plaini, apareció en los medios sindicales vinculado a los gremios Barrionuevistas con un Sindicato de Trabajadores Independientes que debería ser un meramente inscripto y sin participar de la CGTRA por esta razón, y con la que Plaini ensayaba su militancia (antimoyanista por cierto), y salía del terrible panyaguamiento que somete la política a la militancia de a pie y sin sello de goma. Cuando se formo la Federación de Mutuales Sindicales y el Tesorero de Barrionuevo lo llevo a trabajar con él, al viejo edificio de la Calle Alberti, Plaini, paso de pucherear a tener un mango en el bolsillo. Para luego engancharse en la interna del sindicato de canillitas y como es sabido, caballo que relojea, se anota pal nacional. Ahora uno lo ve a Plaini que tenía más para dar que lo que uno se imaginaba. Y realmente era ambición, estos cuadros que el peronismo saca de la galera. Ángeles caídos que se encumbran y luego caen y quizás se levanten. Candidato a diputado en la lista K, integrante del MTA de Moyano, hombre fiel y que le hace numero, era hasta hace unos años uno de los que más le sacaba malas estrellitas a su actual lider. Quizás funcional a la destrucción del sindicato del Cholo Peco (Q.E.P.D.), la Distribuidora de Diarios Revistas y Afines (SDDRA) donde está la fundación Favaloro y que Pablo Moyano le tapaba las salidas a Clarín y La Nación y factor de presión en la ley de radiodifusión por la venta en papel de los diarios. En fin, paracaidistas hay en todas partes, pero nadie publica el pedigrí.