Laclau es un viejo embustero, un falaz y encumbrado alcahuete, puesto por el internacionalismo tecnocrático para demostrar que si somos nacionales y populares y no pensamos como las dictaduras de turno, somos de derecha y golpistas. Uno sabe que la democracia, como lo pensaba Rosa Luxemburgo no terminaba en la dictadura del proletariado, sino que el proletariado se expresaba a través de una nueva oligarquía que terminaba con sus principios.
Estas felonías de viejo apócrifo y que da la casualidad que no vive en Cuba, en Venezuela, en Bolivia, en Argentina, en Ecuador o en algún paraíso popular por el pintado, sino en Inglaterra, pone como ídolo a Boudou del nuevo modelo económico por haber descubierto como sanearle al estado la deuda de los jubilados.
Vamos a diferenciar dos cosas más que abrumadoras hasta aquí y que el hijodeputismo político de la militancia K no quiere reconocer que los que somos también nacionales y populares diferenciamos, les guste o no les guste.
1) Que las AFJP cobraban comisiones escandalosas y usaban el dinero para cualquier cosa era vergonzante.
2) Que la idea fuerza que hacia lógico el despojo era proteger la jubilación de los futuros jubilados era esa.
Con esta idea, la propuesta de Boudou soluciono 1) y estropeo 2).
La lógica que esta incita en 2) significo que el estado arrebato al sistema jubilatorio todos los recursos de ahorro de los jubilados por inflación o corrupción comprometiendo el sistema en el presente. Inclusive el Banco Nación de Nestor y el Banco Cooperativo de Heller.
Era responsabilidad del estado solucionar ese problema y no era responsabilidad de los futuros aportantes solucionar con sus aportes a su futura jubilación los problemas generados por la continuidad jurídica de la nación.
Cuando Boudou arrima la idea, arrima la idea de quemar los fondos ahorrados para pagar lo que ya se habían comido el estado, es decir que nos comíamos el futuro para apagar el incendio del pasado.
Hijodeputismo en el razonamiento de Laclau que ve genialidad en el parche.
Pero no nos tiene que preocupar en el pensador donde el hijodeputismo crece hasta sentirse nacional y popular.
Y más, le concede a Boudou la capacidad de cambio y arrepentimiento de la UCEDE, cosa que a ningún otro derechista se le permitiría por su pasado.
El hijodeputismo de Laclau es tan grande que es un Papa que dice quien llega al cielo de la izquierda hijadeputista y quién no.
Macri, seguro que no. Aunque su hijodeputismo sea de otro tenor graso.
Así que tenemos que para este viejo cabrón, diletante y abyecto Boudou es lo más cercano a Perón, y mas, para los jóvenes menores de 18, podría bien decir Laclau, que fue un colaborador inmediato de Perón y no ponerse colorado.
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