Araceli Bellota, vicepresidente de Centro de Revisionismo Histórico daba con Clara Mariño y Pablo Sirven una emotiva defensa de la pluralidad y el respeto de las ideas sobre la naturaleza del instituto, revalorizando aquellos personajes de la historia que son hostiles y autores y protagonistas de la historiografía liberal, caso de Sarmiento, Roca, Salidas y Bartolomé Mitre entre otros, obviamente más allá de las diferencias ideológicas, (en el método histórico la ideología surge del análisis que pretende el historiador, jamás de la cronología de los hechos, si la cronología es ideológica es tendenciosa) Araceli defendía las figuras del liberalismo como si fueran prohombres de la historia en el sentido cronológico. Defendió la conquista del desierto de Roca, por ejemplo y hablo de la unidad territorial de la nación, aunque reconociendo, tal lo hacemos todos, las ideologías dominantes en la época y el cuerpo de leyes que normaban el trato al indio.
Por otro lado Sirven, sin poder pasar el aviso, hacia hincapié de las relaciones del instituto con el decreto presidencial que se dan de patadas con el magnífico discurso de Araceli y las intenciones de reescribir una historia donde lo nacional y popular, termina en la figura de Él.
A la misma hora en 678 se hacía un libelo televisivo y banal de como lapidar a las figuras históricas, a lo que seguro Araceli, maestra en dialéctica, dirá, bueno eso no es parte del Instituto. Pero si es parte del gobierno que financia el instituto y muestra a las claras cuáles son sus intenciones.
Quizás Santucho pase a ser el prohombre de esa época y Firmerich el prototipo de la militancia contra el capitalismo.
Pero nada de eso, por el canal encuentro, mostraban el Viborazo, y me reía de las consignas contra el imperialismo y la exclusión social de esa época.
Sin defensa de los gobiernos militares de Ongania Levigston y Lanusse, los motivos del alzamiento por esas razones son apenas un caramelo light en consecuencia de los conceptos de inclusión social del gobierno de Cristina y Kirchner, que margina a las mayorías populares y confina al ostracismo sin el crecimiento de un país en el sentido del trabajo y el bienestar. Solo es un reparto de impuestos inclusive mal asignados como se vio en el caso de los subsidios.
Mientras las bondades solo pasan por un discurso bonito, los fondos van a fin específico que es la construcción de una historia que los pone en la cúspide de la historia.
Pero esto es cómico, no hay historia que no sea forjada por un pueblo, jamás una historia la construyen los intelectuales y más basados en el relato de Carta Abierta.
Hoy me levante y me di cuenta que Kirchner no es Juan el personaje de Oesterheld disfrazado de eternauta, por el contrario es la figura cómica que consiguen hacer de él sus seguidores, el buzo Chapaleo de Danta Quinterno.
Todo pasa en el discurso, la realidad, cegándose de risa de sus palabras, pasa y se construye, sin sus palabras.
Son tan viejos y tan arcaicos que debería construir una historia con mensaje de textos de teléfonos celulares para llegar a la gran mayoría, como dicen, ellos no entienden un carajo de que mierda hablan, y en la escuela les va tan mal que las grandes mayorías no forman criterios históricos acuciados por la pelea por conseguir trabajo o planes sociales, como consecuencia de sus políticas de exclusión.
En realidad no admitirán jamás que hagan lo que hagan, no tienen buena fe y son una mierda.
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